EL CÍRCULO DE LA SABIDURÍA

El Círculo de la Sabiduría recoge las conclusiones de mi búsqueda interior y de mi trabajo de meditación. He consagrado mi vida a la búsqueda interior y, en los últimos años, he alcanzado algunos interesantes resultados que me gustaría compartir con el lector. No creo que en una cosa como es la meditación se pueda hablar de rigor científico, pero sí que es legítimo hablar de método, la “investigación interior” se puede hacer de forma más o menos metódica, sin embargo, las conclusiones, al ser completamente subjetivas, no pueden tener mayor rigor que el de la opinión. Juan Almirall

jueves, 1 de enero de 2015

LAS PALABRAS MÁGICAS EN EL TANTRA DEL YOGA SUPREMO

En la India la gnosis griega, que llegó por varias vías, se mezcló con el Yoga, un producto originalmente oriental. El Yoga es un conjunto de técnicas que permiten alterar y controlar la respiración para generar determinados estados de conciencia. Esto era lo que le faltaba a la gnosis greco-egipcia. Esta gnosis se centraba en la sabiduría, el conocimiento de los mundos sutiles, los lugares por los que atraviesa el alma tras la muerte, y en las palabras mágicas que debían quedar grabadas en la memoria del difunto para poderlas recitar ante los guardianes de las puertas de las estancias del más allá.

En Oriente esta gnosis pudo traducirse en los estadios por los que pasa la disolución de la conciencia, y ello fue así gracias al Yoga y su profundo conocimiento de los estados psíquicos que resultan de la meditación. Si bien la antigua religión de los Vedas ya implicaba un cierta teología sobre el sonido, fue en la filosofía del Tantra del Yoga Supremo donde la teología sobre los sonidos alcanzó sus más elevados desarrollos.

Los sonidos articulados forman palabras que inciden en la mente, en nuestro cerebro, y generan formas determinadas. Ello está íntimamente relacionado con la respiración, pues es la que genera los sonidos articulados, que según el punto de articulación producen un efecto u otro en nuestra mente, y tienen la capacidad de producir unas determinadas imágenes y generar ciertos sentidos. Por ejemplo, los sonidos dentales, como la [t] o la [d] producen en el cerebro un sentido de "determinación", la palabra "muerte" contiene una "m-r-t" y la palabra "madre" una "m-d-r", "matar" en castellano o "mata" en sánscrito que significa "madre", son conjuntos de consonantes que indican determinación, nuestro origen, la madre, la materia, y nuestro final, la muerte, "dead", "mara", etc. Con esto queremos únicamente apuntar que los sonidos producen significados mentales y formas-imagen. Y en todo ello está implicada la respiración que afecta a todo nuestro cuerpo en la medida que oxigena y descarga de ácido carbónico nuestro organismo. Sonido, aliento y sangre son distintos factores que condicionan nuestra mente y nuestra conciencia.

El Tantra o el camino del Vajra (Vajrayana) utiliza fundamentalmente el mantra como herramienta de transformación. Los sonidos son capaces de transformar nuestra conciencia, porque pueden transformar hasta nuestra sangre. Determinados tipos de control de la respiración pueden permitir generar calor interno, activar los canales sutiles del organismo por donde circula el prana, el fluido vital. Así, el organismo puede retener el carbón de la exhalación y con el calor interno transformarlo en diamante, el Vajra es el rayo pero también el Diamante, generando un cuerpo etérico de naturaleza diamantina. El cuerpo etérico, como ya hemos explicado en otras entradas, esta constituido fundamentalmente por distintas corrientes que mueven energía y producen determinadas funciones orgánicas en nuestro organismo. El cuerpo etérico es el vehículo de la mente, así las funciones orgánicas se relacionan con determinados estados psíquicos. No vamos a entrar ahora en detalles sobre esta cuestión, basta con comprender la íntima relación que existe entre el sonido, la Palabra o el Logos, los vientos internos del cuerpo etérico, la sangre y los estados psíquicos de nuestra conciencia, sobre todo con los estados de disolución y transformación de la misma.

Así los yoguis practicantes del Tantra del Yoga Supremo utilizaron determinados mantras para generar determinados sentidos, determinadas imágenes y por su repetición determinadas metamorfosis (o transfiguración que es la traducción de la palabra griega "meta-trans"/"morfos-figura"). Algunos de estos mantras o sonidos-raíz son los siguientes:

[om·] es el sonido primordial origen de todos los sonidos y de todas las formas, es el fundamento del cuerpo-vajra.
[hum·] este sonido es capaz de generar la mente pura y compasiva de todos los Budas, la mente-vajra.
[ah·] es un sonido aspirado que representa la palabra-vajra de todos los Budas, sirve para producir la entrada de los vientos internos en el canal central.
[mam·] nos conecta con nuestra madre arquetípica, nuestra materia y nuestra muerte.

Estos mantras tienen sus formas y colores en las imaginaciones del Tantra del Yoga Supremo, por ejemplo, el mantra "om" adopta la figura del Buda Vajrasattva blanco y luminoso; el mantra "hum" con el Buda Vajradhara azul o el mantra "ah" con el Buda Vajradharma rojo, cuerpo, mente y palabra de todos los Budas. De igual manera cada uno de los vientos internos se relaciona con un elemento y uno de los Dhyani-budas, de los que ya hemos hablado en otras entradas (Los cinco dhyani buddhas), y tienen un papel fundamental en el proceso de disolución de la conciencia, tal como se explica en el Bardo Thodol (nos remitimos a nuestras entradas sobre el ciclo de la conciencia y el el bardo un viaje a traves de los sueños).


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