EL CÍRCULO DE LA SABIDURÍA

El Círculo de la Sabiduría recoge las conclusiones de mi búsqueda interior y de mi trabajo de meditación. He consagrado mi vida a la búsqueda interior y, en los últimos años, he alcanzado algunos interesantes resultados que me gustaría compartir con el lector. No creo que en una cosa como es la meditación se pueda hablar de rigor científico, pero sí que es legítimo hablar de método, la “investigación interior” se puede hacer de forma más o menos metódica, sin embargo, las conclusiones, al ser completamente subjetivas, no pueden tener mayor rigor que el de la opinión. Juan Almirall

martes, 27 de mayo de 2014

FE Y SENTIMIENTO DE DEVOCIÓN

Parece que en Occidente se ha perdido en gran medida la fe, pero esto no es así. Seguimos teniendo fe, pero un gran número de personas no tiene fe en Dios o en seres espirituales. Sin embargo, estas personas siguen teniendo fe en sus amigos, familiares, autoridades académicas, en la ciencia (que hoy en día exige mucha, pero que mucha fe), etc. Por ejemplo, que el ser humano haya pisado la Luna es una pura cuestión de fe, que la mayoría cree pero que nadie puede demostrar, y como esto muchas cosas más.
La fe en Dios o en seres de naturaleza espiritual y en la existencia de un mundo espiritual es una cuestión de fe. Esta fe tiene la virtud de generar un sentimiento de devoción similar a una gran admiración, que es muy necesario por no decir imprescindible, para avanzar en un camino espiritual. Estos seres de naturaleza espiritual y su mundo pueden ser Dios y los ángeles, los Dioses antiguos o de la India, los Budas y bodhisattvas, etc. La admiración por ellos nos coloca en un estado emocional muy intenso que nos permite profundizar en la meditación. En realidad, estos seres espirituales no son otra cosa que cualidades y arquetipos que se encuentran en nuestra mente profunda, cualidades que normalmente no desarrollamos y que tienen la virtud de purificar nuestra vida cotidiana. Y también arquetipos profundos de nuestra mente subconsciente, como son la madre, el padre, el sí-mismo o la sombra, en todos sus niveles de manifestación, con los que nos vamos a encontrar en el recorrido interior.
Por ello, la fe y el sentimiento de devoción son algo que debe cultivarse desde bien pequeño, un niño que siente una admiración reverencial por un adulto conserva, en su madurez, este sentimiento de devoción y admiración por seres espirituales superiores. Un sentimiento de devoción que conmueve y que se estimula con la música y el canto devocional. En el fondo, los ejercicios de kriya-yoga y las prácticas devocionales del bhakti-yoga (fundamentalmente el canto) buscan colocar a la mente en un estado de conmoción y sensibilidad profundo, lo que permitirá, con el tiempo y la práctica del yoga y la meditación, identificar los circuitos y movimientos de la energía vital, con los que el yogui trabaja y que experimentan muchos bloqueos por cuestiones emocionales, provocando todo tipo de enfermedades.
La actitud científica y el sentimiento de devoción son dos herramientas de incalculable valor en el camino interior, sobre todo para personas de nuestro ámbito cultural, donde se ha potenciado el pensamiento racional, que también puede ser utilizado con un propósito espiritual.

domingo, 18 de mayo de 2014

¿Podemos hacer ciencia del Espíritu?

¿Podemos hacer ciencia del Espíritu? La respuesta a esta pregunta no solo sería afirmativa, sino que deberíamos hacer ciencia del Espíritu. La historia del pensamiento occidental nos pone claramente de manifiesto que filosofía y ciencia han sido los motores de nuestra cultura. Si en Oriente la filosofía tenía que mostrar un camino de liberación, en Occidente la filosofía tenía que justificar la ciencia. El Dr. Rudolf Steiner introduce su obra "La Ciencia Oculta" con estas palabras:

"El origen de la ciencia en su naturaleza esencial, no se descubre examinando los objetivos que ella abarca, sino observando el género de actividad científica: hemos de considerar la actitud del alma en el proceso mismo en que ella adquiere el conocimiento científico."

Esta afirmación es una de las más grandes genialidades del filósofo y místico austríaco. En realidad la ciencia es una "actitud del alma" humana. El alma humana necesita conocer y conocer de una forma fiable, necesita comprender las leyes de la Naturaleza, y luego afirma:

"En esto nos basamos para referirnos al conocimiento de un contenido del mundo, no perceptible a los sentidos, como algo "científico". La comprensión humana quiere ocuparse de este contenido del mundo, de la misma manera que está activa en las ciencias naturales."

En "La Ciencia Oculta" el Dr. Steiner nos demuestra como la ciencia es una actitud del alma, que en general se dirige hacia la comprensión del mundo sensible, sin embargo, es también posible y muy deseable, que esta actitud del alma, esta actitud científica, también se dirija hacia la parte del mundo que no es perceptible por los sentidos. Es por ello necesario que en la búsqueda espiritual se adopte una actitud científica.
Y ello por una razón fundamental, si queremos conservar la LIBERTAD que hemos alcanzado con grandes esfuerzos, la LIBERTAD DE PENSAMIENTO, sin sumisión a ninguna autoridad, dogma o dictado, más que a la propia necesidad de conocimiento que parte del alma individual, es preciso utilizar la herramienta más potente que Occidente ha desarrollado: EL PENSAMIENTO CIENTÍFICO.
Por ello, en esta época que nos toca vivir y en estas latitudes del mundo, con la formación y educación que, mejor o peor, hemos recibido, tenemos un potente aliado en la ciencia, entendida como actitud del alma, para guiarnos en nuestro camino de búsqueda espiritual. Debemos dejar de lado a maestros, gurus, escuelas e instituciones que nos quieran dar un camino demasiado predeterminado. Pues la búsqueda interior sin libertad, sin completa libertad, es una ilusión más.

Los maestros budistas que han estudiado la mente en profundidad, tal vez sean los filósofos de la mente que conocen mejor este fenómeno, la definen por medio de dos notas fundamentales: MENTE ES CLARIDAD Y CONOCIMIENTO. La mente es una pantalla clara y luminosa donde se inscriben todos nuestros conocimientos, un continuo donde se reflejan todas las cosas que necesitamos conocer, de hecho siempre estamos conociendo. Cualquier percepción es un conocimiento.
Y no solo hay percepciones del mundo sensible, también las hay del mundo que no es perceptible por los sentidos. Por ello podemos hacer ciencia del Espíritu, y debemos hacer ciencia del Espíritu si queremos avanzar en su conocimiento de forma libre y autónoma. Todo el mundo tiene la capacidad para hacerlo, todos podemos avanzar en el conocimiento interior de forma libre y no condicionada. No hay ningún problema en acercarse a escuelas, maestros y personas sabias, todo lo contrario, pero siempre y cuando ello no nos condicione, siempre y cuando no perdamos nuestro sentido común y nuestra libertad. Pues si el sabio es realmente un sabio, te acompañará una parte de tu trayecto, pero luego te dejará volar, libre.

sábado, 17 de mayo de 2014

UN BUDA

Conozco un tipo que le dice a su mujer: "soy un Buda", y esta le mira con escepticismo, cuando no con cara de enfado. Y, sin embargo, es realmente un Buda. Bueno, es una persona que ha tomado los votos para serlo y está en camino... no tiene una mente pura y cristalina como el diamante, donde solo se refleja Luz, pero está trabajando para llegar a ello, y algún día, con toda seguridad, alcanzará este objetivo. Por tanto, no está engañando a su mujer, le dice la verdad, él ya es un Buda. Y tú, lector, ¡también lo eres! La mente cristalina o diamantina no se tiene que crear, solo pulir. Basta con decirte a ti mismo, no hace falta que nadie más lo sepa:

"Por el beneficio de todos los seres, voy a generar la mente de la iluminación y a realizar todas las etapas del camino del Bodhisattva".

Este es el propósito y el compromiso que adquiere todo aquel que quiere llegar a iluminar su mente, este es el compromiso de todos los Budas. ¿Y cuales son las etapas del camino del Bodhisattva?

Son solo seis perfecciones: la generosidad, el cultivo de la virtud, la paciencia, el esfuerzo en el progreso espiritual, la meditación y la sabiduría. Por este orden. Pues la generosidad debe ser la principal motivación, nuestro deseo de pureza mental tiene que venir generado por el profundo deseo de hacer felices a los demás. El cultivo de la virtud, la paciencia y el esfuerzo son las claves de la pureza mental.

Meditar, ¿con qué fin? La meditación es un arte. Cada uno puede trabajar la meditación de diferente manera, pues cada uno es único, y por tanto tiene un camino determinado por recorrer que solo él mismo sabe. La meditación también es una práctica higiénica, que nos ayudará a desapegar nuestra mente de los sentidos y del mundo exterior, y la limpiará de sus impurezas.

Finalmente, la Sabiduría es el conocimiento verdadero de que el mundo, nuestra mente y nuestro yo son como las olas del mar, que llegan, rompen y desaparecen, un flujo constante, en el que no hay nada estable e imperecedero, esta es la verdadera Sabiduría (prañjâ pâramitâ).

No hay maestros, no hay discípulos, no hay caminos, todo son pequeñas impurezas, miserias de una mente empañada. Se da la paradoja de que pensar que eres un Buda es una ilusión, pero pensar que no lo eres también lo es. Limpia las impurezas con las seis perfecciones y te darás cuenta de que, en realidad, ya eras un Buda, de que siempre lo has sido.

Om gate gate pâragate pârasamgate bodhi svâhâ
(vamos, vamos, vamos más allá, vamos mucho más allá, hasta la iluminación)

domingo, 11 de mayo de 2014

REFUGIO Y DEDICACIÓN

Toda meditación debería comenzar con una TOMA DE REFUGIO y terminar con una DEDICACIÓN. Cuando meditamos nos internamos en los mundos de la Mente, donde existen cantidad de formas de pensamiento relacionadas con las pasiones más bajas y las más sublimes. La Toma de Refugio nos permite conectar con las formas de pensamiento más puras. Se trata de una invocación y una protección. En general, se toma refugio en las TRES JOYAS, los tres seres más sublimes que proceden de la Causa Primera:

BUDA o la Mente Iluminada, también el CRISTO.
SABIDURÍA la Enseñanza de la Iluminación.
FRATERNIDAD o la Comunidad de Seres Iluminados, la Sangha de Budas y Bodhisattvas o la Iglesia de los Santos, seres que alcanzaron la iluminación antes que nosotros.

A estos tres pedimos que nos protejan y guarden durante nuestra meditación, todos ellos nos conectan con una MENTE PURA.

DEDICACIÓN: es una práctica final de "acumulación de méritos" para la Iluminación, consiste en dedicar los méritos alcanzados con nuestra meditación para el beneficio de todas los seres que sufren, deseando que todos los demás sean felices como nosotros hemos sido felices en nuestra meditación, con el voto de que encuentren el camino hacia la felicidad.

SOBRE LAS MEDITACIONES EN LOS CANALES

Algún lector me ha preguntado cuál es la finalidad de meditar en los Canales, una pregunta muy razonable si se tiene en cuenta que cada uno de nosotros se siente inclinado a una práctica espiritual determinada, dependiendo de muchos factores personales.
La meditación en los Canales está relacionada con las prácticas de meditación más profundas del Tantra de consumación, es decir, de la generación de un vehículo de prâna capaz de desplegar la Mente Pura de un Buda, o Buddhi - como lo llamaban los teósofos y rosacruces. Para purificar la mente hay varios caminos, uno de ellos, que no está reñido con cualquier otro, es purificar el cuerpo etérico o los vientos internos, los canales y los chakras. Como ya explicamos en una entrada anterior el cuerpo etérico es el vehículo de la mente, si la mente es impura los vientos en los que se desplaza también son impuros (ver EL DOBLE ETÉREO COMO OBJETO DE LA BÚSQUEDA INTERIOR). En nuestro texto explicábamos que el Tantra, que pretende ser el camino más rápido para la realización, consiste en la purificación de los vehículos de la mente, es decir, el doble etéreo.
El ser humano está formado básicamente por tres miembros:
1) UN CUERPO FÍSICO.
2) UN DOBLE ETÉRICO, también llamado vehículo de prâna, de energía vital o vientos internos. Este cuerpo une la mente con el cuerpo físico.
3) LA MENTE o las mentes.

CANALES, VIENTOS Y CHAKRAS: El Tantra busca transformar el doble etérico, generar un vehículo purificado que permita manifestar la Mente Pura de un Buda. Por eso utiliza técnicas llamada kriyas que trabajan directamente sobre los distintos miembros del DOBLE ETÉREO. Estos miembros son:
1) CANALES, el cuerpo está lleno de canales que permiten la circulación de la energía vital, pero tres son los principales, el Canal Central y los dos Canales Laterales.
2) VIENTOS, son principalmente de cinco clases relacionados con los cinco elementos: Tierra, Agua, Fuego, Aire y Sonido (ver EL DOBLE ETÉREO COMO OBJETO DE LA BÚSQUEDA INTERIOR).
3) CHAKRAS, también llamados GOTAS, son concentraciones de energía vital que forman plexos sutiles y se encuentran a lo largo del Canal Central, algunos de estos chakras son puertas de los vientos al Canal Central. 

KRIYA-YOGA: PRANA-MUDRA

Una técnica de kriya-yoga intensa para despertar la sensibilidad del movimiento de los vientos internos o prânas por el Canal Central es prâna-mudra, que se puede utilizar para complementar las visualizaciones que ya se han explicado. Ahora intentamos sentir el movimiento del prâna por la columna vertebral.

1. POSTURA: Sentarse en una postura cómoda, no es necesario que sea yóguica, podemos sentarnos en una silla. Es importante estar relajado.

2. PREPARCIÓN: Inspirar larga y profundamente y espirar profundamente vaciando bien los pulmones.

3. INSPIRACIÓN: Ejercer una ligera presión en la zona del perineo y comenzar a inspirar larga y profundamente, la inspiración debe coordinarse con las manos que irán ascendiendo por delante del cuerpo a medida que inspiramos. Los brazos y manos están relajados, los dedos corazón de ambas manos se tocan. Cuando las manos alcanzan la cabeza los brazos se abren.

Durante la inspiración observamos como el prâna asciende desde chakra de perineo, hasta el chakra del ombligo, luego como sigue ascendiendo hasta el chakra del corazón, luego hasta el chakra de la garganta. El aire asciende por el Canal Central hasta que llega al chakra de la garganta donde se expande hacia la frente y la coronilla.

4. RETENCIÓN: Cuando llegamos al chakra de la coronilla, con los brazos abiertos, observamos como se concentra la luz en la coronilla, mientras retenemos el aire unos instantes, el tiempo que nos resulte cómodo sin presionar los pulmones.

5. ESPIRACIÓN: Comenzamos a espirar lentamente mientras vamos bajando los brazos por delante, haciendo el recorrido inverso.

sábado, 10 de mayo de 2014

MEDITAR EN EL CANAL CENTRAL

Podemos hacer la siguiente contemplación:

El Canal Central está situado exactamente en medio de mi cuerpo, entre los dos hombros, pero más cerca de la espalda que de la parte frontal. Justo delante de la espina dorsal.

Comienza en mi entrecejo, desde donde se arquea ascendiendo hasta la coronilla y a partir de ahí desciende en línea recta hasta la punta del órgano sexual.

Por fuera es de color azul claro y por dentro de color rojo grasiento. Es claro y transparente, muy suave y flexible.

Podemos comenzar esta contemplación imaginando que es bastante grueso e ir visualizándolo cada vez más delgado hasta que tenga el grosor de una pajita. Debemos efectuar esta meditación muchas veces, hasta que tengamos una imagen bien clara del Canal Central.

Finalmente, imaginamos que nuestra mente está en el interior del Canal Central a la altura del corazón.

PARA MEDITAR: MEDITACIÓN EN LOS CANALES

Antes de comenzar a meditar en los canales es interesante realizar una práctica de limpieza y sensibilización de los canales, sobre los que vamos a meditar.
Hay tres canales principales por los que circula la energía vital o prâna, de la que hablaremos más adelante. Estos canales son:

1.- El CANAL CENTRAL, de color azul, que vamos a visualizarlo desde su base imaginaria tres o cuatro dedos por debajo del ombligo y abriéndose como una chimenea por la coronilla. Es el canal más grueso y se encuentra situado por delante de la espina dorsal.

2.- El CANAL DERECHO, de color rojo sangre, que comienza en el orificio nasal derecho, asciende hasta el entrecejo por la nariz, desciende por el lado derecho del Canal Central y termina tres o cuatro dedos por debajo del ombligo al igual que el Canal Central.

3.- El CANAL IZQUIERDO, de color blanco, comienza en el orificio nasal izquierdo, asciende hasta el entrecejo por la nariz, desciende por el lado izquierdo del Canal Central y termina tres o cuatro dedos por debajo del ombligo al igual que el Canal Central.

Los tres canales están conectados en la base. Vamos a visualizar estos canales y sus colores, los imaginamos brillantes, como engrasados y algo transparentes. Una vez que podamos visualizar los canales, hacemos el siguiente ejercicio de respiración:

1.- Nos sentamos con la espalda bien recta, la barbilla ligeramente hacia el cuello y estiramos las vértebras cervicales imaginando que tiran de un hilo en la coronilla.

2.- Tapamos con el dedo corazón e índice de la mano derecha el orificio nasal izquierdo, para que el aire entre por el orificio derecho e inspiramos lenta, larga y profundamente, sintiendo como el aire circula por el CANAL DERECHO rojo sangre. Cuando no podamos inhalar más aire, tapamos con el pulgar de la mano derecha el orificio nasal derecho y abrimos el izquierdo, para exhalar suave, lenta y profundamente, observamos como el aire circula en la exhalación por el CANAL IZQUIERDO blanco. Repetimos el ejercicio 3 veces.

3.- Tapamos con el dedo pulgar de la mano derecha el orificio nasal derecho, para que el aire entre por el orificio izquierdo e inspiramos lenta, larga y profundamente, sintiendo como el aire circula por el CANAL IZQUIERDO blanco. Cuando no podamos inhalar más aire, tapamos con los dedos corazón y anular de la mano derecha el orificio nasal izquierdo y abrimos el derecho, para exhalar suave, lenta y profundamente, observamos como el aire circula en la exhalación por el CANAL DERECHO rojo sangre. Repetimos el ejercicio 3 veces.

4.- En último lugar, inspiramos lenta, profunda y suavemente por ambos orificios nasales observando como el aire circula por los CANALES DERECHO E IZQUIERDO, hasta la base del CANAL CENTRAL y espiramos lenta, profunda y suavemente por el CANAL CENTRAL azul, imaginando que expulsamos el aire por la coronilla. El aire saldrá por la nariz, obviamente, pero nosotros imaginamos que sale por la coronilla. El aire que sale por la nariz lo hace de forma muy suave, casi imperceptible. Repetimos el ejercicio 3 veces.

Si previamente a estos ejercicios se han realizado algunas posturas de yoga (sobre todo de flexión hacia delante), nos resultará más fácil respirar y sentir la circulación del aire por los tres canales.

jueves, 8 de mayo de 2014

EL HILO DE ARIADNA

Mundus est fabula y seguimos fabulando... Hace cuatro mil quinientos años, los sacerdotes egipcios describieron en las imágenes del Libro del Duat el viaje del Alma del Sol por las doce estancias del Cielo durante la noche. Se supone que todas las almas deben seguir al Astro Solar. Cada estancia tenía sus dioses y sus guardianes, y en cada lugar sucedían distintas transformaciones alquímicas, el proceso de "digestión" en el vientre de la diosa Nut.
Tras la llegada de los griegos a Egipto en el siglo IV a.C., la Sabiduría egipcia fue sacada de los Templos y divulgada en un ambiente de intercambio y sincretismo. Fruto de estos intercambios surgió una Gnosis greco-egipcia que describía un viaje similar por los cielos, pero esta vez, era revelado por Jesucristo resucitado a sus discípulos. El viaje gnóstico del alma se presentaba como una catarsis o purificación, que permitía al iniciado atravesar los Trece Eones que conducen al Tesoro de Luz, en el mismo centro del Pleroma (la plenitud de la Luz). El Alma debía arrepentirse (metanoia) y convertirse en pura potencia intelectual (noûs), para poder recorrer los Trece Eones, pero precisaba de las palabras y sonidos de paso, los nombres, los sellos, los números y los misterios de cada uno de los Eones, para poder contener a los grandes Arcontes guardianes y a las veinticuatro envidiosas Emanaciones de la Luz. El complejo ritual de purificación y los Veinticuatro Invisibles, con sus sellos, nombres, números, vigilantes y palabras de paso, se describieron en la misteriosa obra titulada: El Libro del Gran Discurso Iniciático o Los dos Libros de Iaô. Este fue el gran legado de los gnósicos que heredaron los Maniqueos.
El Ritual de Salvación es formulado de nuevo por Mani, el profeta de la Luz, en el siglo III. En la cosmología maniquea la Luz se ofrece a las Tinieblas para redimirlas en distintos momentos: de la primera emanación del Padre de Grandeza surge la Madre de la Vida (la Sophia gnóstica) y de ésta el Hombre Primordial que, a su vez, evoca cinco nuevas emanaciones: el Éter, el Aire, la Luz, el Agua y el Fuego, también llamados los "miembros" o "vestiduras" del Hombre Primordial. Pero el Hombre Primordial abandona su alma a la Tiniebla que devora los elementos luminosos de su armadura de luz. El Ritual maniqueo consistía en permitir al "Intelecto Luz" que ocupase el cuerpo y restituyese los cinco miembros vivientes despertando al Hombre Nuevo (utilizando las palabras del apóstol Pablo).

EL VIAJE A ORIENTE: En el siglo IV de nuestra era, el maniqueísmo sufre importantes persecuciones por parte del Imperio cristiano, por causa de su raigambre persa. Así que inicia la ruta hacia Asia, donde encuentra una primera acogida es en los reinos greco-budistas de Gandhara y Bactria (en el actual Afganistán), allí comenzó una curiosa simbiosis con el Budismo indio. Las primeras imágenes budistas proceden del arte de estos reinos helenísticos. Mientras el maniqueismo florecía en Asia central, en Persia se debilitaba bajo el dominio de los califas. Y desde Afganistán el maniqueismo viajó hasta la China. En la época en la que se escribieron los primeros Tantras budistas y el Bardo Thodol (El Libro Tibetano de los Muertos), siglos VII-VIII, los maniqueos habían llegado a la China por donde se habían extendido rápidamente, hasta el punto que la emperatriz Wu Zetian (684-705), de la dinastía Zhou, había acogido y admitido oficialmente el maniqueismo en su corte. Por otra parte, el Imperio Uigur que se extendió desde el Turquestán por los territorios de Mongolia, manteniendo frontera con el Tibet por el norte y con la China, abrazó el maniqueismo como religión oficial. La influencia de la cosmología maniquea y su ritual de regeneración del Hombre Nuevo fue inmensa en todo Oriente, influyendo poderosamente en el budismo, de hecho, se llegó a representar a Mani como Buda de Luz.
En aquella época, el budismo era una religión dominante en la India, diversos emperadores habían abrazado el Dharma budista y habían potenciado su desarrollo, sobre todo la corriente Mahayana. De la Mente de Buda emanaban diversos Hijos de Buda o Bodhisattvas, que representaban los atributos y cualidades de dicha mente búdica, como, por ejemplo, el vigor (Vajrapani), la sabiduría (Manjusri) o la compasión (Avalokiteshvara), y el propio "Intelecto de Luz" el Buda Vajradhara, autor y maestro de todos los Tantras. En torno al año 750, cuando el Imperio maniqueo Uigur florece en China, Mongolia y el Norte del Tibet, Padmasambhava escribe el Bardo Thodol, donde describe como en el origen de todos los fenómenos que experimenta el alma tras la muerte se encuentra el "Intelecto Luz", cuya naturaleza es vacuidad y gozo, su nombre es Samantabhadra, el Buda Primordial, cuyo nombre significa el "Padre todo bueno". De él proceden las emanaciones, los cinco Budas apacibles, que representan cada uno de los Elementos y tienen un lugar en el espacio, y Avalokitesvara, Señor que mira hacia abajo por compasión. El mandala del Bardo Thodol termina con las diferentes deidades guardianas de las puertas y sostenedoras del conocimiento. En términos también muy maniqueos se expresa uno de los primeros Tantras del siglo VIII, el Tantra de Guhyasamaja o "La Unión secreta" del Cuerpo, la Palabra y la Mente de todos los Tathagatas.

En conclusión, según nuestra fábula, los antiguos misterios de los sacerdotes egipcios sobre los nombres (mantras), signos (mandalas), guardianes (deidades del mandala) de los reinos más allá de la muerte, habrían viajado con los gnósticos y maniqueos hacia Oriente, después de su práctica desaparición en Occidente, y en el Budismo Mahayana habrían encontrado un terreno abonado para reaparecer en la forma de Tantras, textos esotéricos sobre los lugares, nombres, sellos y guardianes de los espacios mentales que se encuentran en el Bardo o estado intermedio, entre la muerte y un nuevo nacimiento.