EL CÍRCULO DE LA SABIDURÍA

El Círculo de la Sabiduría recoge las conclusiones de mi búsqueda interior y de mi trabajo de meditación. He consagrado mi vida a la búsqueda interior y, en los últimos años, he alcanzado algunos interesantes resultados que me gustaría compartir con el lector. No creo que en una cosa como es la meditación se pueda hablar de rigor científico, pero sí que es legítimo hablar de método, la “investigación interior” se puede hacer de forma más o menos metódica, sin embargo, las conclusiones, al ser completamente subjetivas, no pueden tener mayor rigor que el de la opinión. Juan Almirall

martes, 29 de abril de 2014

LA BÚSQUEDA DE LA SABIDURÍA PERDIDA.

Como decía Descartes: mundus est fabula. Por eso vamos a explicar una fábula, tenemos muchos datos y fechas, pero la verdad de los hechos nunca podremos saberla. La protagonista de nuestra fábula es una aventurera de origen ruso, HPB, fascinada por la sabiduría antigua. En el año 1874 conoce a HO, un coronel retirado interesado por los fenómenos sobrenaturales y las ciencias ocultas. Un año más tarde, en Nueva York, ambos amigos fundaron la Sociedad Teosófica. En el año 1877, HPB publica su primera gran obra en cuatro volúmenes, Isis sin velo, donde muestra un gran interés por las religiones y la sabiduría antigua, mientras propone una reforma del ocultismo de su época. Francmasones y sociedades secretas son algunos de los pocos lugares donde se puede encontrar algo de la Sabiduría arcana de Occidente, pero en general, poco quedaba de la tradición mística y espiritual que vio su origen en Egipto, Mesopotamia y Grecia, y, a partir de la Edad Media, inspiró a los buscadores del Grial o de los alquimistas Rosacruces. Occidente estaba embarcado y fascinado por la aventura de las nuevas ciencias, y había dejado de lado su parte mágica y mística, en pos de las luces de la Razón.
Las aventuras de HPB y HO les condujeron a la India en torno al año 1878. Y ¿qué encontraron en Oriente? La India por aquella época vivía momentos de gran decadencia cultural bajo el dominio británico, las tradiciones medievales de la India antigua habían quedado relegadas a sectores marginales y populares, mientras que las clases altas e ilustradas se occidentalizaban a grandes pasos. Sin embargo, nuestros amigos, curiosos por naturaleza, no dejaron de fascinarse por los restos de la tradición espiritual milenaria. Lo que les llevó a iniciar una labor de recuperación de la literatura filosófica y espiritual de la India.

FASCINACIÓN POR EL TIBET: Pero fue en su viaje al Norte cuando conocieron a Sinnett, autor de la obra Budismo esotérico, una versión del Budismo tántrico que presentaba la personalidad humana en siete miembros: un cuerpo físico y su doble pránico o etérico, un cuerpo sensual o de deseos, y una mente inferior, una mente superior o Manas, la Mente Búdica o Buddhi y la esencia monádica, Atman. El Budismo esotérico de Sinnett inspiró la segunda gran obra de HPB, La Doctrina Secreta. En el Norte de India tomaron conciencia de la existencia en los Himalayas de los restos de la Sabiduría perdida. Mientras en la India la tradición espiritual relativa al Yoga se había mantenido gracias a yoguis marginales y analfabetos, en el Tibet monasterios repletos de Lamas y Yoguis muy eruditos habían mantenido la tradición antigua de las grandes Universidades indias, como la de Nalanda, donde maestros y estudiantes analizaban los efectos del yoga y la meditación en la mente humana. Las escuelas de Lamas tibetanos estaban repletas de sabios y eruditos monjes y yoguis, practicantes de diversos yogas y tantras, así como de profundísimos estudios y tratados sobre la mente humana.
La palabra sánscrita dhyân generalmente se traduce como "meditación", sabios hindúes como Patañjali o budistas como Nagarjuna habían estudiado distintas clases de dhyân para transformar la mente. La clave de la transformación de la mente se encontraba en el dhyân-yoga (lo que hoy se conoce como raja-yoga). La palabra japonesa Zen equivale a la palabra china chan y a la palabra sánscrita dhyân. El Budismo del Tibet había conservado el interés por el estudio de la mente en el estado dhyân. Antes de su muerte, HPB escribió dos obras La Doctrina Secreta y La voz del silencio, la primera muy extensa donde analiza con detalle un texto tibetano denominado: Las Estancias del Dzyan, que no es otra cosa que las estancias de dhyân, y en su libro La voz del silencio donde nos da claras indicaciones sobre los estadios por los que pasa la conciencia hasta alcanzar la meditación dhyân que permite escuchar la "voz del silencio".
Las obras de HPB revolucionaron el mundo espiritual y la Sociedad Teosófica se convirtió en la más amplia difusora de esta nueva espiritualidad basada en el Budismo esotérico, gracias al cual HPB pudo encontrar la doctrina secreta, la antigua Sabiduría, oculta en los textos de todas las religiones. La Sociedad Teosófica, que tenía la intención, muy budista por otra parte, de crear una Fraternidad Universal de buscadores de la Sabiduría, se fue atomizando en innumerables sociedades y grupos, que, con otros nombres, buscaban realizar el triángulo superior del Budismo Esotérico: "Manas-Buddhi-Atman". Un nuevo grupo de Rosacruces surgieron del impulso teosófico, que llamaron a este triángulo budista: "yo espiritual" o "alma", "espíritu de vida" o "alma-espíritu" y "espíritu divino" o "mónada". Rudolf Steiner, miembro activo de la Sociedad Teosófica hasta el año 1913, proponía en su obra de 1904, Cómo se alcanza el conocimiento de los mundos superiores, una versión occidentalizada del Óctuple Sendero budista. El movimiento esotérico occidental surgido de la Teosofía no es otra cosa que una versión moderna del Budismo Mahayana y Tántrico, donde se introducen conceptos budistas como el karma, la reencarnación, los chakras, la activación de la fuerza de Kundalini, etc. y la trinidad Manas-Buddhi-Atman, que equivale al "cuerpo de transformación" de Buda (Nirmanakaya), a su "cuerpo del Gozo" (Sambhogakaya) y al "cuerpo de Sabiduría" (Dharmakaya), que tendremos que explorar más adelante para comprender de qué se trata realmente esta "buena nueva budista". 

lunes, 21 de abril de 2014

TEOSOFÍA Y LA REFORMA DE LA MASONERÍA

A mediados del siglo XIX el número de masones en Europa y América se contaba por miles. Era una organización fraternal que había conservado diversos rituales donde se recreaban diferentes corrientes místicas del pasado. Desde principios del siglo XVIII había experimentado un gran crecimiento, convirtiéndose en la Fraternidad Universal no religiosa más grande conocida en la historia de la humanidad. Sin embargo, el hecho de ser una sociedad tan grande había generado diferentes conflictos en su seno, se habían creado diferentes federaciones de logias o Grandes Logias con tendencias diferentes y solo admitía hombres. Por otra parte, la Masonería se comprometió con la reforma de la sociedad feudal y la erradicación de la superstición, para lo cual impulsó la educación, la implantación de la razón y el desarrollo de la ciencias racionales. Todo ello le fue apartando del carácter espiritual y místico que tenía en su origen. Los masones se reúnen en sus logias bajo el símbolo de un triángulo denominado Delta, ante las tres luces, la Biblia, la escuadra y el compás (símbolos del arte masónico) y entre tres columnas que representan la Sabiduría, la Fuerza y la Belleza, dispuestas en forma triangular.
En 1875 Helena P. Blavatsky, el coronel Olcott y William Judge fundaron la Sociedad Teosófica en Nueva York con el siguiente ideario: Formar un núcleo de la fraternidad universal de la humanidad, sin distinción de raza, sexo, casta o color; fomentar el estudio comparativo de religiones, filosofías y ciencias e investigar las leyes inexplicadas de la naturaleza, y los poderes latentes en el hombre. En estos tres ideales se escondía, entre otras muchas cosas, la intención de reformar la Masonería, que tal como decía Blavatsky en su obra de 1977, Isis sin velo: "conviene advertir que ha llegado el tiempo de restaurar la masonería y restituirla a los límites que le señalaron las primitivas hermandades, con cuyo espíritu se envanecían en el siglo XVIII los fundadores de la masonería puramente especulativa. Desde entonces ya no hay secretos masónicos, pues la Orden va convirtiéndose en una asociación degradada por gentes egoístas y malévolas." La nueva Masonería Universal no debía discriminar por razón de sexo, la misma HPB fue reconocida por John Yarker, autoridad máxima de la Orden masónica de Manfis-Misraim, como Princesa Coronada 12º. Yarker mantuvo una gran amistad con HPB y fue miembro de la Sociedad Teosófica, al igual que muchos masones americanos y europeos. Posteriormente, Annie Besant, segunda presidenta de la Sociedad Teosófica, también fue miembro activo de la Co-masonería mixta en Inglaterra. Y no podemos dejar de citar al Dr. Rudolf Steiner quien también trabajó con el Rito egipcio de Menfis-Misraim, y mantenía la necesidad de introducir el elemento mágico y femenino en la Masonería para permitir el desarrollo espiritual de toda la humanidad "aunque hoy solo podemos caracterizar a la Masonería como una caricatura del gran Arte Real, no debemos claudicar en el intento de despertar las fuerzas que en ella residen, un trabajo que nos corresponde paralelamente al movimiento teosófico". La necesidad de explorar la sabiduría de las religiones, filosofías y ciencias era igualmente una necesidad urgente para evitar el deterioro espiritual de la Masonería. Y finalmente se presentó un nuevo Delta o Triángulo que constituía la Trinidad Humana Superior, el desarrollo que el ser humano tiene que alcanzar en su proceso de elevación espiritual, este Triángulo estaba formado por la trinidad Manas-Buddhi-Atman, conceptos orientales extraídos del Budismo Esotérico. Manas o la mente humana más elevada y sublime, Buddhi o Alma espiritual, y Atman, la Mónada Divina en el ser humano. Este nuevo Triángulo espiritual tenía que dotar a la Masonería de un nuevo fundamento y de un nuevo objetivo de desarrollo para miles de masones, que formaban las élites políticas, culturales, económicas y sociales de Europa y América y propiciar así una reforma espiritual universal. Rudolf Steiner habló de la Masonería del Santo Grial como aquella caracterizada por el "auto-sacrificio". La verdadera fraternidad surge cuando los seres humanos se unen fraternalmente y generan una fuerza "que es universal en todos los seres humanos y que se expresa en el intelecto de aquella gran unidad sobre la que no puede haber discusión, se llama Manas. Y cuando los seres humanos hayan logrado unirse, no solo de acuerdo a su intelecto, sino también a sus percepciones y sentimientos, armonicen en su más profunda vida anímica y se encuentren en aquello que es noble y bueno, encontrándose en amor hacia objetivos comunes, del mismo modo en el que lo logran hoy en aquello que demuestra que dos más dos son cuatro y que tres por tres son nueve, habrá llegado el tiempo en el que el ser humano será capaz de transformar la materia viva." Steiner consideraba que en la Masonería podía surgir la Fraternidad del Santo Grial, un grupo unido en el sentir, pensar y percibir, llevando una vida objetiva en el amor y vertida al servicio de la humanidad, capaz de transformar la materia viva, en definitiva expresar el segundo principio de la nueva Trinidad: Buddhi, la Mente Búdica cuya naturaleza es la unión de la compasión y la vacuidad (la ausencia total de ego).   

CONCLUSIONES SOBRE EL PENSAMIENTO HERMÉTICO

Ayer finalizaron las Jornadas Ibéricas de la Sociedad Teosófica, que trataron el tema del Pensamiento Hermético. Todo lo que sucedió en estos días merece una detallada atención, pues parecía como si se nos estuvieran revelando nuevas posibilidades, nuevas formas de trabajo. Una primera cuestión que merece atención son las impresiones expresadas por el grupo de participantes, porque algunos experimentaron las presentaciones como muy densas, mucha información, muchos temas de estudio, muy inquietantes… Pero todos experimentamos una fuerte unidad de todo el grupo, una verdadera Fraternidad. Y es que el Pensamiento Hermético nos unió, pese a la densidad de los conceptos e ideas que contenía, todos nos sentimos muy unidos, fraternalmente unidos ante un tremendo desafío: ¡la comprensión del Mensaje de Hermes! En mi opinión este desafío nos estaba confrontando con cuestiones muy importantes, con formas de trabajo nuevas, y para explicarlo analizaré brevemente algunos de los conceptos herméticos que estudiamos:
            El Logos: Hermes es el Logos, es el Manas superior, la mente abstracta de cada uno de nosotros intentando captar la esencia profunda de toda la Creación. Manas superior es la mente que aspira a Buddhi, la Mente Búdica, cuya naturaleza es Compasión y Vacuidad. Todos los participantes de las Jornadas trabajamos al más alto nivel que nuestro Manas superior nos permitió.
            La Gnosis: gnosis no es solo conocimiento, es la sustancia búdica, es la propia Mente Búdica Universal, es el Conocimiento Secreto o la Sabiduría Divina misma. Es Conocimiento unificador y Fuerza. En nuestro encuentro Buddhi se manifestó como una nube por encima de nuestras cabezas invocada por nuestra aspiración y nuestra unidad. Y fue precisamente nuestra aspiración común la que nos permitió experimentar la Unidad, la Fraternidad que la Gnosis aporta.
            La Crátera o el Grial: Buddhi es como una copa llena de Sabiduría y Fuerza, que solo la aspiración del grupo podía invocar. Todos bebimos de esta Copa Sagrada, que nuestra aspiración invocó. El Grial es una concentración de Fuerzas de esta Mente Búdica. Este Grial también se manifiesta en los Rituales de Sanación de la Sociedad Teosófica y otros grupos, donde los nombres de los enfermos son sumergidos en la Copa de Fuerza Buddhica que es Luz, Unidad, Sabiduría y Curación. El Buda presentaba su Sabiduría como un remedio curativo y el Camino como un proceso de curación de los tres venenos, ignorancia, odio y apego.
            La Piedad Hermética: Es el silencio de Manas superior cuando recibe las Fuerzas de la Gnosis, es el Silencio en el Templo del Grial. Esto nos confronta con nuevas formas de trabajo.
            La Alquimia: Es el arte de la transformación de los Elementos, nuestro vehículo etérico es el que permite que nuestra mente se manifieste, los cuatro éteres inferiores soportan las mentes más básicas, el quinto éter sustenta a Manas superior. La Alquimia es la herramienta para transformar estos cinco éteres, purificarlos, es el arte de la Metamorfosis o la Transfiguración. No solo hay que conectar con la Mente Buddhica sino que hay que construir el vehículo que la pueda manifestar.

            El Noûs o Poimandres: El Noûs es el Hombre Nuevo, es ese vehículo, una figura inmensa de unos éteres muy puros que sustenta la Mente Buddhica, es el Hombre Rojo, surgido del proceso alquímico.  

lunes, 7 de abril de 2014

ESTADOS DE CONCIENCIA

Antes de continuar explicando que es el yoga o meditación de generación y de consumación, habría que aclarar cuántos y cuáles son los estados de conciencia, pues ambos tipos de meditación se refieren a distintos estados de conciencia. Lo que voy a explicar a continuación es un poco de perogrullo, pero es importante aclararlo antes de continuar. Es una cuestión empírica, o más bien obvia, que el ser humano pasa por tres estados de conciencia distintos: la vigilia, el sueño MOR (movimientos oculares rápidos) y sueño no-MOR. Son tres únicos estados de conciencia que se repiten a diario.
1.- En el estado de vigilia la atención se dirige hacia el exterior, nuestra mente está como pegada a los sentidos, a veces parece que vayamos a salir por los ojos, que es el sentido más activo, junto con el oído. Tenemos momentos de reflexión y nos vemos en distintas situaciones que podemos calificar de "conscientes", aunque también experimentamos actos reflejos, sentimientos y emociones que nos superan, y pensamientos descontrolados, generalmente después de un exceso de agitación emocional. El estado de vigilia es el estado consciente. Somos conscientes del mundo que nos rodea e interactuamos con él. Todo transcurre en un espacio, un tiempo y siguiendo un orden causal, que es perceptible por las demás personas.

2.- El sueño MOR (movimientos oculares rápidos) se llama así porque es una etapa del sueño en el que los ojos se mueven como en el estado de vigilia. Lo cual quiere decir que es un estado que afecta principalmente al sentido de la vista, aunque tenemos la sensación de que podemos escuchar y hablar durante este tipo de sueño. Es un sueño imaginativo y fantasioso, donde las cosas se ordenan de una forma muy distinta a cómo son durante el estado de vigilia, aunque tienen una estrecha relación con él. Las cosas que suceden fuera nos afectan tanto como las cosas que suceden en nuestra mente. En el sueño MOR vivimos en el mundo onírico. Nuestros sueño forman parte de lo que se ha llamado subconsciente o libido. Este escenario, en el cual entramos y somos protagonistas, es un mundo principalmente de imágenes mentales, es un mundo completamente mental. Entramos en el mundo de los sueños cuando comenzamos a pensar en imágenes y nuestra mente, pesada por el cansancio, se comienza a identificar con dichas imágenes, mientras nuestra mente está agitada con un monólogo mental no somos capaces de dormirnos. Las relaciones con el mundo mental no son idénticas al mundo de los sentidos del estado de vigilia, la relación con el mundo mental es además afectiva y simbólica, mezcla las relaciones causales similares a las del estado de vigilia, con relaciones simbólicas y afectivas. Este estado se corresponde con la mente sutil de los sabios budistas, los aires internos, portadores de las mentes burdas, se concentran en un punto de la garganta del soñador.

3.- El sueño no MOR es un sueño profundo donde no hay auto consciencia de ningún tipo. No percibimos absolutamente nada, ni del mundo de los sentidos ni del mundo mental de los sueños. En este estado el cuerpo se relaja y se regenera profundamente. Es un estado en el que caemos entre etapas de sueño MOR. Aquí la mente está completamente replegada, es una pequeña muerte, de la que volvemos todas las mañanas. Su nota característica es el vacío. Este estado se corresponde con la mente muy sutil de los sabios budistas, y aquí los aires internos se concentran en el corazón, son absorbidos por el canal central a la altura del corazón.

Por ello, las meditaciones de los sabios budistas que buscan el estado de gozo y vacuidad, comienzan con una meditación creativa o imaginativa, generando la imagen de un Buda que penetra en los propios sueños y despierta imágenes muy atávicas de nuestra mente subconsciente. Esta es la etapa de generación. Sigue la etapa de consumación en la que el meditador tiene una experiencia similar al sueño profundo, reúne los aires internos en el canal central a través del chakra del corazón. Allí no hay imágenes, sino solamente la experiencia de la Luz Clara del Gozo y la Vacuidad. 

sábado, 5 de abril de 2014

EL HOMBRE DIVINO: ARQUETIPO PERFECTO (3ª PARTE)

El Hombre Divino u Hombre Nuevo es el Arquetipo perfecto, porque reúne en él todas las potencias sublimes que el ser humano puede realizar. No es un símbolo, aunque todo en él es símbolo de sus perfecciones, es un Arquetipo, porque todo ser humano puede aspirar a realizar el Hombre Divino. No es varón ni mujer, es Hombre que reúne en él lo masculino y lo femenino. El Hombre Divino no es una personalidad de este mundo, está completamente desligado del mundo, pero trabaja intensamente por el Plan Divino en el mundo, es decir, trabaja para que todo ser humano pueda despertar al Hombre Divino dormido en cada uno de nosotros. Todo ser humano lleva en su ser el germen del Hombre Divino, pero en muy pocos a nacido o despertado algo de la conciencia del Hombre Divino.
El Hombre Divino es en realidad una forma sublime etérica, su naturaleza es etérea, formado por vientos internos "sutiles", es decir, el Hombre Divino solo es llamado a la Vida Eterna cuando los vientos internos son purificados y "sutilizados", dejando de ser vientos de tierra, agua, fuego, aire y sonido "burdos", tal como los conocemos ahora, y pasando a ser vientos sutiles capaces de transportar mentes sutiles, que son la mente inmortal e indestructible. El Hombre Divino es la Forma Divina que vehiculiza al Intelecto Divino o la Mente Sutil. Es por ello un Arquetipo perfecto, creado a partir de la transformación de fuerzas etéreas o vientos internos (sobre los vientos internos me remito al anterior post: El objeto de la busqueda interior: el doble etéreo).
El Hombre Divino solo puede ser realizado por un yogui, bueno, por el ideal superior de yogui: un Mahasiddha. Un Mahasiddha es aquel yogui que trabaja y realiza el Hombre Divino, en sí mismo. El Mahasiddha es un Bodhisattva que utiliza el Método del Diamante, el Vajrayana (el camino del Tantra), para alcanzar el objetivo último del Bodhisattva por el camino más rápido. Este camino le conduce con rapidez a la inmortalidad, a generar la forma del Hombre Divino. Es un Método Yóguico del Diamante porque utiliza la respiración, en particular la retención del carbono (que es la sustancia del diamante). Y este Mahasiddha solo puede ser un yogui porque trabaja no solo con la evocación de la imagen del Hombre Nuevo, sino con el yoga de consumación, con ejercicios sobre la respiración y sobre el cuerpo sutil, para purificar el cuerpo etéreo. La generación de la imagen del Hombre Divino arquetípica es solo una etapa muy importante del trabajo, pues hay que generar la imagen y su mándala o círculo de manifestación de un Arquetipo: los patrones energéticos (¿Caminar en grupo o caminar en solitario? Patrones y Arquetipos). Un patrón energético es el campo de fuerza donde vive y se manifiesta un Arquetipo. Ese patrón energético puede representarse por un mandala, que es un palacio donde vive el Hombre Divino. El Mahasiddha genera el patrón y el arquetipo a través de la imaginación y el sueño, luego entra en ese espacio imaginario-onírico y finalmente se identifica con la Divinidad que lo habita, así construye la imagen del Hombre Divino. Pero luego, debe llevar a la Vida a esta imagen, y para ello debe realizar el YOGA DE CONSUMACIÓN, que es kriya-yoga para quien conozca a fondo el Hatha-yoga, gracias a determinadas kriyas o métodos que combinan ejercicios, principalmente, respiratorios, recitación de bija-mantras (mantras semilla, sonidos primigenios) y visualizaciones del vehículo sutil (vientos, caneles y gotas), puede llamar a la Vida Eterna al Hombre Divino en él. Así se convierte en un verdadero Mahasiddha, un Bodhisattva perfecto en una sola vida. Este Mahasiddha, que es ahora el Hombre Divino, trabaja de forma real y efectiva ayudando a despertar a otros seres humanos, a los que no solo les transmite enseñanzas sino también fuerza para que puedan alcanzar la realización del Hombre Divino.

miércoles, 2 de abril de 2014

LA FUERZA DEL GRUPO: EL ARQUETIPO (2ª PARTE)

Un grupo de personas es capaz de generar un patrón de energía determinado, eso permite que todos los participantes entren en contacto con ella y que ésta despierte su equivalente psíquico, de manera que el grupo la pueda activara conciencia. Estas energías que responden a un patrón psicológico, como puede ser la "energía del corazón", se la llame como se la llame (rosa del corazón, ser interior, yo soy, bodichita, compasión, devoción, bhakti yoga, etc.), en realidad, permanecen latentes en todo ser humano y el contacto con el grupo permite despertarla o activarla. De la misma manera a como se contagia el entusiasmo en un partido de fútbol, cuando una persona se pone a gritar y muchas otras le acompañan. Esta es un gran fuerza del grupo. Pero hay más, o debería haber más. Ese patrón energético debería convertirse en un arquetipo. ¿A qué me refiero aquí utilizando la palabra "arquetipo"? A una cierta forma o figura que represente dicho patrón. Como por ejemplo una estatua de un Buda, realizada según determinados cánones. Ahora bien, generar una cierta energía no es difícil, al menos las más básicas son fáciles de generar porque constantemente estamos echando mano de ellas, fácilmente nos enfadamos, liberamos tensiones, envidiamos a otros, nos sentimos desgraciados, o como en las crisis donde todo el mundo está asustado y se producen unos comportamientos colectivos que repercuten en la economía de todo un país. El miedo es una energía psíquica muy básica y muy fácil de congregar. Más difícil es encontrar un grupo con ideales elevados que permita despertar energías elevadas, que respondan a ideales como la generosidad, la bondad, la pureza o la compasión, etc., aunque haberlos haylos, en el anterior post hablé de algunos.
Pero una vez el grupo es capaz de despertar un determinado patrón de energía psíquica, el siguiente paso debería ser crear un arquetipo, una figura que la represente y encarne, y que se pueda convertir en el referente espiritual del grupo. Al menos así se ha hecho siempre. Toda religión iniciática o sociedad mística que utilizaba iniciaciones tenía un arquetipo de esta naturaleza. La Francmasonería tenía a Hiram Abiff, es el modelo del Maestro Masón; la Rosacruz a Cristián Rosacruz modelo del Místico Cristiano y Alquimista; el Crisianismo en sus orígenes a Jesucristo; en Oriente el budismo a Buda, y en las distintas sectas hindúes a todos los dioses, como en otro tiempo sucedía en Occidente.
El gran problema de hoy es que ni se trabaja con patrones ni los arquetipos sirven a estos fines. Un arquetipo para que lo fuera, no podía representar nunca a una persona concreta, es decir, no debía estar demasiado humanizado, sino que su creación respondía a estrictas reglas y cánones de ejecución. Las medidas de este arquetipo no podían ser cualquier cosa, sino que debían responder a determinados Números y Figuras que resonaran con el patrón energético que se quería representar. El grupo debe tener un arquetipo, un referente espiritual que encarne el patrón energético, pero que no puede ser cualquier cosa. Toda energía en el Universo se expresa según el Número, la Figura y el Sonido. Por eso, cada arquetipo tiene un mantra y una imagen que lo representa, no con la intención de personalizarlo, ni tampoco para generar con ella una fe ciega, sino para que el grupo resuene energéticamente viéndolo o repitiendo el nombre del devata. Y además, el Templo debe responder a las precisas medidas de desarrollo de ese patrón energético, de manera que todo en el Templo remita a la Figura central de la Divinidad, que no es otra cosa que una determinada concreción viva de fuerza psíquica, que busca despertar a quien se introduce en el Templo esa energía. Pero es más, si esa Figura Divina cobra fuerza y vida, será capaz de penetrar en nuestros sueños y venirnos a buscar tras la muerte y liberarnos, para acompañarnos a aquel espacio energético en el más allá donde la Figura Divina se despliega, que no es otra cosa que el espacio inmaterial donde esa figura se ha creado. Para dar intensidad a la relación con la Divinidad los nuevos integrantes del grupo son "iniciados" reciben el permiso para entrar en el Templo, ver la Figura Divina y aprenden su nombre, el mantra y las fórmulas mágicas que permiten el contacto directo con esta Divinidad.
Una vez se ha purificado intensamente el Templo, se ha depurado la Figura para que pueda conectar con una energía muy elevada, habrá un grupo de personas, dentro del grupo o religión, que se consagre al servicio del Devata, y adopten el compromiso de mantener una práctica constante, bien repitiendo el nombre, bien repitiendo los rituales diarios de servicio a la Divinidad, hasta que terminen por identificarse con la Divinidad, entonces aquellas personas recibirán el Nombre del Dios, o un Nombre relacionado con aquella Fuerza o Energía sublime.
Esto es lo que intentaron hacer los maestros rosacruces del siglo XX, pero se perdieron por el camino, les faltó la capacidad de concretar una fuerza, en algún caso, de disciplinar una práctica, en otro, o de generar un arquetipo referencial, para que los iniciados pudieran convertirse en verdaderos rosacruces. El miedo de estos últimos fue crear una figura humana que encarnara el arquetipo con un aspecto demasiado personal, pues se quedaron en la etapa de formación del grupo capaz de liberar fuerzas de forma impersonal. ¡En fin, al final todos quedamos atrapados por nuestro propio discurso!