EL CÍRCULO DE LA SABIDURÍA

El Círculo de la Sabiduría recoge las conclusiones de mi búsqueda interior y de mi trabajo de meditación. He consagrado mi vida a la búsqueda interior y, en los últimos años, he alcanzado algunos interesantes resultados que me gustaría compartir con el lector. No creo que en una cosa como es la meditación se pueda hablar de rigor científico, pero sí que es legítimo hablar de método, la “investigación interior” se puede hacer de forma más o menos metódica, sin embargo, las conclusiones, al ser completamente subjetivas, no pueden tener mayor rigor que el de la opinión. Juan Almirall

martes, 30 de diciembre de 2014

DISCURSOS E IMAGINACIÓN

El yo es discurso y por tanto logos, un conjunto de palabras sobre nosotros mismos. El Logos, la Palabra refiere al lenguaje, la facultad que nos hace seres humanos, que nos permite comunicarnos con los demás, con nosotros mismos y también con los espíritus y los dioses, al menos, así lo pensaban los seres humanos del pasado. El lenguaje que constituye nuestra identidad es una de las actividades fundamentales de la mente humana.

El lenguaje tiene capacidad evocadora, cada sonido evoca en nuestro cerebro imágenes, digan lo que digan los filósofos del lenguaje (con los que estuve discutiendo todos los años de carrera). El lenguaje dibuja en nuestra mente formas, cada sonido tiene su geometría, cada sonido es capaz de generar una forma determinada, incluso un color. Por ejemplo, cuando digo o escribo la palabra "Nefertiti" automáticamente aparecerá en la imaginación de las personas informadas la imagen de la reina egipcia, un conjunto de líneas, formas y colores, iluminadas por la luz.

Lenguaje e imaginación son dos fenómenos mentales íntimamente relacionados. Una idea fundamental de la filosofía india es la estrecha relación existente entre rupa-nama, forma-nombre. Todo nombre genera una forma y toda forma tiene un sonido, un nombre. Los dioses, y aquí llegamos a una de las ideas fundamentales de toda gnosis, tienen una forma, conocer las formas y los nombres de los dioses es conocer su energía, su fuerza, su actividad. El gnóstico utiliza la magia de los nombres y de las formas de los espíritus y de los dioses. Esto es una idea muy claramente expresada en el Corpus Hermeticum, Hermes le dice al rey Amón que no traduzca sus discursos, pues nuestras palabras (el lenguaje egipcio) encierran la energía y la fuerza de lo que expresan.

Pero más allá de estas consideraciones mágicas, lo cierto es que existe una íntima relación entre el lenguaje y la imaginación, y como decía C.G. Jung "todo fenómeno anímico es a la vez una imagen y una imaginación, pues de lo contrario no podrían existir ni la conciencia ni la fenomenicidad del proceso. La imaginación es también un proceso psíquico..." Al psiquiatra suizo le interesaba la imaginación y su fenómeno parejo, los sueños. Los sueños son imaginaciones liberadas de nuestra memoria, que conserva un sinnúmero de imágenes, algunas incluso elaboradas por el propio subconsciente, que trabaja fundamentalmente con imágenes.

En todo proceso iniciático es fundamental la imaginación, de hecho, un ritual iniciático es una escenificación teatral que apela a la imaginación del iniciado. Una serie de imágenes, gestos y actos rituales provocan en el iniciado un efecto, que luego, a lo largo del tiempo que sigue a la iniciación, intentará desentrañar su sentido. En la antigüedad el ritual iniciático era una experiencia similar al viaje del alma por el más allá. Así, el iniciado recibía el mapa del viaje que realizaría tras la muerte, el círculo de la sabiduría es un mapa a través de las imágenes oníricas que experimenta el alma tras la muerte, así como las palabras mágicas que debía recitar para contener a los guardianes de las puertas de las estancias del más allá. Y este es el sentido del Tantra, sobre todo de su texto esencial, el Bardo Thodol. 

domingo, 28 de diciembre de 2014

EL YO-DISCURSO

El yo no es otra cosa que un discurso sobre yo mismo. Es un instrumento de la mente humana que necesita identificarse con algo, y como los grandes valores colectivos como la patria, la religión, la familia, etc. no despiertan un gran interés en el solitario individuo post-moderno, nos identificamos plenamente con el discurso sobre nosotros mismos. Soy pacifista, ecologista, moderno, me gusta la ropa tal, los zapatos cual, me gusta llevar reloj, comer en sitios especiales, tengo cuentas en las redes sociales, estoy al día de la actualidad política, etc, etc, etc, un largo discurso sobre mí mismo, que puedo activar en cualquier momento, que puedo pulir cuando tenga un rato, que puedo ampliar con muchas más cosas chic!! Se trata de que yo sea un tipo especial, al menos que el discurso sobre mí mismo sea especial, me guste a mi y también a los demás. Hoy construimos nosotros mismos nuestro discurso, nuestro yo, somos individuos solitarios prisioneros de nuestro discurso silencioso, nuestro yo-discurso nos atrapa y aísla.

Al ser discurso, el yo es "logos", es palabra y palabra creadora, es nuestra propia creación. En todo este conjunto de cosas que integran mi logos pueden haber algunas que, además, me hagan algo mejor: me gusta el yoga, medito, soy vegetariano, voy de vez en cuando a ayudar a gente necesitada, estoy comprometido política y socialmente, soy muy espiritual, etc. En general, soy elementos del discurso proyectivos, donde me proyecto hacia la salud física y mental y la felicidad de los demás Estas cosas forman parte de nuestro discurso pero además nos cualifican moral y espiritualmente. Si generan un buen o mal karma es lo de menos, las hago porque me hacen sentir bien, y además, depuran mi discurso sobre mí mismo.

Pero, ¿cómo puedo salir de este discurso? En principio no puedo, al menos mientras estemos en sociedad, mientras nuestra mente esté proyectada hacia afuera, es decir, mientras estemos viviendo y compartiendo el mundo y su realidad. Cosa que hacemos aproximadamente unas 16 horas al día. Las 8 horas restantes las pasamos durmiendo, y allí escapamos del discurso sobre nosotros mismos, al menos del discurso que conscientemente hemos construido, y vivimos estados subjetivos, donde las imágenes nos muestran otros aspectos de su realidad. También vivimos unos momentos de subjetividad absoluta, cuando caemos en el sueño profundo y nos replegamos al cien por cien en nosotros mismos, pero nuestra mente no está preparada para recordar estos instantes.

De hecho, nuestra mente no está preparada para vivir completamente en los estados subjetivos. No podemos permanecer 24 horas en estado de meditación, al menos la mayoría de nosotros. Buda propuso un camino medio, precisamente, para adecuar el discurso sobre nosotros mismos de forma equilibrada con los estados meditativos de plena subjetividad. Lo ideal es combinar la actividad meditativa con una vida entregada a actividades proyectivas, un poco fuera del discurso sobre nosotros mismos, ayudando a que los demás sean felices, entregados al servicio de los que nos rodean. Es, sin duda, una forma de discurso sobre nosotros mismos, pero es una forma más equilibrada de vivir el yo-discurso, en la conciencia de su irrealidad, de su naturaleza meramente discursiva. 

sábado, 27 de diciembre de 2014

LA EVOLUCIÓN DEL YO

Fue el movimiento teosófico quien planteó por primera vez la existencia de una evolución interna de los colectivos humanos. Primero fue la formación de la personalidad humana en una estructura triple: cuerpo físico, doble etérico o vital y cuerpo de deseos o astral; y luego, a lo largo de grandes períodos culturales, el alma humana se ha ido transformando a través de un proceso interno, pero que se puede apreciar en las formas culturales. Este proceso interno va de formas colectivas tribales, endogámicas, con un predominio de lo inconsciente y onírico, ha formas de individualidad fuertemente identificadas con el cuerpo físico. Estas transformaciones se pueden apreciar en tres fases fundamentalmente: 

1ª fase desde los orígenes de la civilización hasta el siglo VI a.C. aproximadamente, con la aparición de la filosofía griega. El alma humana tribal, con predominio de relaciones endogámicas y en lo cultural dominada por las formas fantásticas oníricas y subconscientes. Predominan las castas sacerdotales y el rito sacrificial. El ser humano percibe los estados psíquicos como fuera de él, actuando sobre él desde el exterior y los diviniza, los dioses personifican estados psíquicos. No existe una idea de individuo, lo importante es el colectivo y los dioses protectores.

2ª fase siglo VI a.C. hasta siglo XIII (en el siglo XIII importantes cambios motivados por la Escolástica medieval). El desarrollo de la mente racional, es fruto de una mezcla cultural entre tribus y clanes. El ser humano, en gran medida, se independiza de lo subconsciente y comienza a negar los dioses tribales. Se forman los grandes imperios y hay una tendencia a unificar. Se identifica más con las formas geométricas de su estructura sutil, del doble etérico, de donde surge la razón (como estructura matemática). El ser humano interioriza sus estados psíquicos pero la actividad intelectual se percibe de forma externa, aparece la idea del Dios único, el monoteísmo, y las Ideas intelectuales en la mente de un gran Intelecto, al que se le considera Dios Padre. Aparece la filosofía y la teología, las ideas son como "volcadas" en la mente del pensador, la mente humana tiene que abrirse a la actividad del Intelecto Agente. El concepto de yo no está muy claro, al menos no hay una identificación clara con el cuerpo, que se concibe más como un impedimento a la intelección. Los rituales mistéricos, donde los individuos emulan a un héroe semidios, son las formas más usuales de auto-conocimiento.

3ª fase del siglo XIV hasta nuestros días, donde se aprecia un progresivo desarrollo de la individualidad. En las culturas de los países desarrollados las personas se identifican completamente con su cuerpo físico, su yo individual es fruto de una comprensión cerebral. Predomina una carencia de fe en un Dios Intelecto, y se atribuyen cualidades abstractas a la materia y al universo, como son la infinitud, eternidad, etc. Es la época del individualismo, donde también se desarrolla una fuerte necesidad de intimidad, el ser humano valora su libertad y su vida material por encima de todo, la amistad por encima de otros valores que entran en crisis, como son el honor, las jerarquías, etc. En esta época de desarrollo interno, vemos aparecer la psicología como análisis del inconsciente, como una verdadera propuesta de auto-conocimiento. Los perfiles del yo están claramente definidos, hasta tal punto que se le acusa de todos los males, cuando es el fruto más elevado del desarrollo interno que ha alcanzado el ser humano. 

Considero que es del estudio y comprensión de estas etapas que podemos plantearnos la utilidad y vigencia de ciertas herramientas de auto-conocimiento. Por ejemplo, tendría sentido desde el punto de vista de la evolución de la conciencia, que hoy en día triunfe el yoga, una práctica que trabaja con el cuerpo físico o la psicología analítica que explora las formas arquetípicas del inconsciente colectivo como formas de auto-conocimiento.

miércoles, 10 de diciembre de 2014

¿PORQUÉ TODO EL MUNDO LA TOMA CON EL EGO?

De un tiempo a esta parte, parece que la culpa de todo la tiene el "ego". La palabra ego significa "yo", pronombre personal de primera persona, que viene a designar aquello que somos o que creemos que somos. Por tanto, asumimos nuestra culpa, aceptamos nuestro egoismo, pero al culpar al yo, de alguna manera, intentamos descargarnos de responsabilidad. Pues tampoco sabemos bien bien qué es el "yo". ¡¡¡Hablamos alegremente del yo EN TERCERA PERSONA!!!

YO BIOLÓGICO: El yo es una necesidad, no solo psicológica, sino también biológica. Necesitamos construir una idea de yo, de unidad de conciencia, que centralice todas las sensaciones, percepciones, emociones y pensamientos. Sin un yo, sin una idea unificadora, no podríamos relacionar las distintas percepciones a cada momento, nuestra vida biológica sería imposible, pues no sabríamos que el que está hablando es el tipo que tengo delante... Hasta los animales tienen una cierta idea de unidad de su conciencia.

YO PSICOLÓGICO: Es cierto que el yo es, desde un punto de vista crítico y racional, algo irreal. El cuerpo es real y su unidad es real, pero ese yo anímico o psicológico es irreal, aunque necesario. No podemos prescindir de un yo psicológico, y la incorrecta integración de un yo en nuestra vida psíquica es un grave problema, es una enfermedad.

YO LINGÜÍSTICO: Pero, entonces, a qué se refieren los místicos o los maestros orientales, cuando nos invitan a negar al yo, cuando niegan la realidad del yo. Buda negaba la existencia del yo por razones obvias, le negaba un carácter ontológico por la mera razón de que el yo surge siempre con relación a otra cosa, es un producto del lenguaje, es un pronombre personal, siempre relacionado con un verbo, una acción o un predicado. Toda construcción lingüística puede ser cuestionada desde un punto de vista ontológico. Al menos así lo afirmaron los escépticos. Desde un punto de vista místico, el yo que se fundía con Dios o con el Universo, parece que se disolvía en la grandeza de aquello con lo que quedaba asimilado. Pero esto último, no es una verdadera aniquilación del yo.

EGO O EGOÍSMO: Lo que nos produce verdaderamente rechazo es el egoísmo, es decir, la inclinación natural a satisfacer nuestras necesidades y deseos, sin ninguna consideración a los demás o a la Naturaleza, nuestro medio de subsistencia y de las generaciones futuras. Pero no nuestro yo.

YO ESPIRITUAL: El yo es el logro espiritual más elevado del ser humano. Un yo con conciencia individual, autónomo y libre, es un logro espiritual que surge del impulso griego por la libertad y la igualdad. El yo, desde este punto de vista, es un inmenso potencial de posibilidades. Permite un verdadero comportamiento ético, a partir de la libre elección. Desde el punto de vista psicológico, el proceso de desarrollo anímico, el psiquiatra suizo C.G. Jung lo denominó "proceso de individuación", según el cual, cada yo va integrando más y más elementos, algunos arquetípicos, de su psique profunda, hasta que lograba tomar conciencia de sí mismo, como una totalidad, como un pequeño universo, donde se abandonaba la tendencia inconsciente de proyectar lo que somos en lo exterior.

LIBERTAD E IGUALDAD INDIVIDUAL: La vida interior del individuo consciente es fruto del desarrollo del Cristianismo, ninguna otra religión ha permitido un desarrollo tal. Y es que el Cristianismo, pese a los componentes básicos del judaísmo, era una religión helenizada que integraba gran cantidad de elementos de la filosofía griega. La libertad y la igualdad, pese a que todavía queda mucho por cultivar, son elementos implantados en nuestra cultura. Mujeres y hombres, seres humanos de todas las razas y credos, conviven juntos, lo mejor que pueden, y en principio, sobre una base de mutua tolerancia y respeto, insisto que queda mucho por trabajar, pero a nivel conceptual esto está presente, compárese con otros lugares del mundo. Estos son valores espirituales muy claros, que a veces perdemos de vista. Y estos valores nos prefiguran como individuos, libertad e igualdad nos individualizan, nos transforman en yoes conscientes.

LA AMISTAD: Y el tercer elemento, yo lo llamaría amistad (filia), hoy en día, la familia, las jerarquías, las fraternidades están en crisis, sin embargo, la amistad despunta como una verdadera relación que nos mantiene unidos. Cada vez más ancianos mueren olvidados por sus familiares, mientras que en otras sociedades son respetados, casi venerados. Pero en Occidente priman los lazos de amistad por encima de los lazos de sangre. El individuo consciente escoge libremente con quién quiere estar, quiénes son sus amigos, con quién tiene lazos de amistad, con quién tiene cosas que compartir, con quién mantiene un diálogo.

ELEVAR EL YO: Por tanto, dejemos de culpar al yo, y comencemos a trabajar a ese yo, darle profundidad, conocimientos, sentido crítico, independencia tolerancia, libertad, valores éticos y virtudes, ampliando sus relaciones de amistad, demostrando que se preocupa por el bienestar de sus amigos y compañeros, explotemos todas las posibilidades espirituales que tiene nuestro yo. Pues quien niega su propio yo es un enfermo y quien ve muchos egos y muy fuertes a su alrededor o es un pusilánime o es un manipulador.

LA COMPRESIÓN EN EL PROGRESO ESPIRITUAL

Quien realmente se interesa por el desarrollo espiritual comprende fácilmente que se trata de un progreso, un camino progresivo, que además no solo se produce a nivel individual, sino también a nivel colectivo.
La Ciencia Espiritual o Teosofía que apareció a finales del siglo XIX, tenía por objeto, principalmente, explicar este progreso del alma humana, las etapas pasadas y las etapas futuras.
La comprensión de este progreso es fundamental precisamente para progresar en nuestro propio camino espiritual, pues de otro modo, trabajaremos a ciegas, y hoy no es posible excluir la "comprensión" en nuestro proceso de desarrollo espiritual.

Hoy en día, nos encontramos una amplísima oferta en el "mercado" espiritual. Esto es una gran suerte, nunca el ser humano ha tenido al alcance de su mano tanta información y tantas posibilidades de acceder a técnicas y herramientas para su progreso espiritual, no hace falta formar parte de ninguna sociedad secreta, ni una fidelidad absoluta al guru, ni nada de eso, en Internet uno puede encontrar prácticamente todo lo que necesita para trabajar por su propio progreso espiritual. Ahora bien, falta "comprender" dónde estamos, cuál es nuestro punto de partida, pues es muy improbable que entendamos una palabra de un texto que nos plantee meditaciones muy profundas, si no tenemos las bases necesarias para poder practicar y sacar provecho de ello.

Por eso, precisamente, la Ciencia Espiritual o Teosofía nos planteó por primera vez la posibilidad de entender los desarrollos del alma humana hacia el espíritu universal. Los maestros teósofos vieron que era preciso introducir este elemento de comprensión en nuestra época donde habíamos perdido una cierta sensibilidad interna, por lo que el trabajo, por ejemplo, con símbolos no tenía ninguna virtualidad a nivel consciente y solo actuaba de forma inconsciente. Así lo expresaba el Dr. Rudolf Steiner: "el trabajo con la mera intuición del simbolismo tal como hoy en día se cultiva ordinariamente en las sociedades ocultas sería una continuación injustificada de aquello que en el pasado había estado justificado. Pues en aquellos tiempos el ser humano disponía de una sensibilidad más intensa de su cuerpo etérico, por medio de la cual podía llegar a una experiencia interior análoga. El ser humano de la moderna era del alma consciente, para quien en lugar del cuerpo etérico sensitivo se ha hecho determinante el entendimiento ligado al cerebro físico, los símbolos, signos, toques y palabras le quedan como algo externo, no puede unirlos con su alma consciente..."

Lo mismo sucede con el yoga, la meditación y otras técnicas venidas de Oriente y practicadas desde antiguo por personas que todavía hoy conservan la citada sensibilidad de su cuerpo etérico. El occidental que parte del alma consciente y su dependencia del cuerpo físico precisa de la herramienta de la comprensión para poder progresar espiritualmente, por lo que debe sumarla a dichas técnicas y al estudio del simbolismo. Comprender cuál es el siguiente paso evolutivo, que desarrollos se esperan del alma humana, nos ayudará a comprender cómo nos podemos servir de dichas técnicas o símbolos en nuestro progreso real.

Por ello, todas las escuelas surgidas de la Teosofía comenzaban sus trabajos espirituales a partir de la Ciencia Espiritual, su comprensión de los mundos sutiles y de los desarrollos del alma humana, en el conjunto evolutivo de toda la Humanidad y del planeta. Siguiendo con R. Steiner: "aquel que haya llegado a conocer, aunque solo sea lo que se encuentra por ejemplo en mi "Teosofía" o en la "Ciencia Espiritual" (y aquí valen también las obras de HP. Blavatsky, la Dra. A. Besant, Max Heindel o Jan van Rijckenborgh, por poner algunos ejemplos más), y haya intentado comprenderlo, nunca podrá recibir ningún daño a consecuencia de la transmisión de símbolos" (Berlín, 4 de abril de 1916). Recomendamos, especialmente, la lectura y estudio de la obra del Dr. Rudolf Steiner "Filosofía de la Libertad", quien comprende dicha obra, sin duda, está capacitado para poder realizar rápidos progresos con todas las herramientas y métodos, ya provengan de nuestra tradición o de Oriente.

sábado, 22 de noviembre de 2014

JERARQUÍAS DEL SIGLO XXI

Fueron los filósofos platónicos los que desarrollaron en sus teologías los rangos de la Jerarquía Espiritual, para ellos estos rangos se ordenaban según la capacidad contemplativa desde el punto de visto intelectual, pues Dios era un Intelecto Puro, y sus Jerarquías eran órdenes de intelectos, clasificados según su capacidad de intelección de conceptos abstractos, como los Números Divinos, las Ideas Universales o el Ser.
La Jerarquía Espiritual quedó establecida por Pseudo Dionisio Areopagita, que la clasificó, según la tradición neoplatónica y neopitagórica, en tres órdenes de tres rangos:

EL ORDEN SUBLIME DE LOS SERAFINES, QUERUBINES Y TRONOS. Que contemplaban directamente a Dios, la Mónada Intelectual, el Uno.

EL ORDEN INTERMEDIO DE LAS DOMINACIONES, VIRTUDES Y POTESTADES. Que reciben las intelecciones del orden superior y las transmiten a los rangos inferiores.

EL ORDEN DE LA JERARQUÍA INDIVIDUAL, LOS PRINCIPADOS, ARCÁNGELES Y ÁNGELES. Que son los que están en contacto con la mente humana, gobiernan sobre las épocas, las naciones y protegen a los individuos.

LA JERARQUÍA ECLESIÁSTICA: Según Dionisio la Jerarquía Eclesiástica debía ser un reflejo de este Orden Espiritual, el orden teúrgico y sublime con poderes sacramentales, el orden de intermediación y el orden de los iniciados. Esta clasificación era propia de los Misterios Cristianos e inspiró a todas las Ordenes iniciáticas que se formaron desde la Edad Media hasta el siglo XIX.

EL ORDEN JERARQUICO DE SERVICIO EN LA ERA DE ACUARIO: Esta visión sufrió una profunda reforma a partir del siglo XIX, gracias a maestros teósofos como fueron HP. Blavatsky, la Dra. A. Besant o el Dr. R. Steiner, que, influenciados por una visión budista del ocultismo en general, introdujeron la idea de la compasión y el servicio en el Orden de la Jerarquía. Estos autores nos muestran un mundo dévico o angélico comprometido, principalmente, con la evolución de la conciencia de todos los seres vivos. Esta visión "evolutiva" de la conciencia colectiva no existe en las filosofías orientales, como tampoco existía la idea de "servicio" en las organizaciones iniciáticas tradicionales, donde el orden era, como en la antigüedad, contemplativo o de conocimiento, se supone que los rangos superiores tienen un conocimiento mayor, lo que les coloca en un escalafón más elevado. Pero eso ya no es así en el siglo XXI, donde cualquiera puede acceder al conocimiento más oculto y secreto de forma relativamente sencilla. De hecho los maestros teósofos citados y otros muchos, divulgaron el conocimiento oculto en obras como la Doctrina Secreta, un océano de Sabiduría difícil de asimilar en una vida, o en la Ciencia Oculta o el Concepto Rosacruz del Cosmos de Max Heindel. El Conocimiento está hoy al alcance de todos, un conocimiento que se puede contrastar y complementar con los desarrollos de la ciencia moderna.

La Jerarquía hoy solo puede tener un sentido si es un Orden de Servicio, si, como las Celestes Jerarquías, implicadas en la Evolución de la Conciencia, sirven a los que vienen detrás. Así, uno es más cuanto más sirve a todos, pero en especial, a los rangos inferiores. Servicio es amor, es paciencia, es acompañamiento en los procesos iniciáticos, es también enseñanza, es provisión de lo necesario, es atención y escucha, el superior sirve al inferior, y no al revés.

La réplica siniestra de este Orden de Servicio es la Jerarquía de poder que se asienta en el conocimiento, esto lo vemos en todos los ámbitos de la vida profana, pero también en el mundo iniciático. Este orden está desfasado y por ello es una perversión en la Era de Acuario. Los maestros teósofos explicaban como los nueve rangos de la Jerarquía Celestial habían intervenido en la evolución del mundo y la humanidad, cediendo incluso su propia sustancia, nuestros tejidos más duros y estructurales proceden de los ordenes más sublimes de la Jerarquía, cuya sustancia es el calor; nuestros órganos y fluidos vitales proceden del Orden Intermedio, que anima la vida en todo nuestro sistema solar; y nuestra mente procede de las Inteligencias de los rangos angélicos. En definitiva, nosotros somos lo que somos, gracias a las donaciones de la Jerarquía Celestial, que nos sirve y soporta todos nuestros abusos, para permitirnos evolucionar en el proceso de desarrollo de la conciencia. Este es el modelo que toda Jerarquía debería seguir en el siglo XXI, tanto en el orden profano como, y sobre todo, en el orden espiritual.

viernes, 21 de noviembre de 2014

EGREGOR

El Golem, según relata la novela de Gustav Meyrink, era una forma monstruosa corporizada surgida del miedo de la comunidad judía del Gueto de Praga. Se trata de una idea muy en boga entre los ocultistas del siglo XIX y XX, que denominaban "egregor" a estas formas densas o sutiles formadas por los pensamientos y sentimientos de un colectivo de seres humanos. El egregor supone que los seres humanos tienen una capacidad creadora en distintos planos mentales cuando se encuentran en grupo y, a través de un "ritual", son capaces de coordinar su pensamiento, deseo y voluntad. El "ritual" no tiene porqué ser un acto mágico, la realidad es que todo acto repetido periódicamente tiene la capacidad de crear un egregor. Un partido de fútbol, por ejemplo, tiene la capacidad de crearlo, miles de personas vibrando juntas, unificando su pensamiento, deseo y voluntad, gritando juntas las mismas consignas, es, sin duda, un moderno "ritual"; al igual, que una empresa, donde varias personas cada día repiten los mismos actos, con una misma idea y un mismo deseo.
El interés por parte de los ocultistas venía precisamente por la conexión que se establece entre los participantes y el egregor en cuestión, pues no es tan fácil desprenderse de un egregor, una vez creado, sus creadores y los participantes del egregor quedan de alguna manera vinculados a él, de manera que, como el Golem, cobra vida y se alimenta de sus pensamientos, sentimientos y actos, y al alimentarse de estas personas les va consumiendo el fluido vital, como un vampiro, siguiendo con el ejemplo de la empresa, las personas entregan su energía vital, su vida (muchas horas de su vida) a mantener el egregor. Esto no es ni bueno ni malo, de hecho, las Escuelas de Misterios siempre han trabajado con estas criaturas, al igual que las religiones, algunas de ellas denominan "dios" a lo que no deja de ser un egregor. Por tanto, tenemos muchas clases de egrégores. Pero lo que aquí nos interesa es cómo se crea y su naturaleza.

1.- ¿CÓMO SE CREA UN EGREGOR? Para crear un egregor basta con un "ritual". Rito es aquello que repetimos una y otra vez, puede contener oraciones, gestos, representaciones, etc. Lo importante es la repetición. En una Escuela de Misterios se lee un texto que nos coloca ante algunas ideas trascendentes, para elevar el pensamiento y estimular sentimientos elevados. Rituales sublimes crearán un egregor sublime, un partido de fútbol creará otro pero de naturaleza muy básica.

2.- NATURALEZA DEL EGREGOR. La naturaleza del egregor es mental, pues agrupa unos determinados pensamientos que se repiten en el ritual, pero también tiene una fuerza afectiva, capaz de conmover emocionalmente. Si el ritual se efectúa con una determinada intensidad y por parte de los participantes hay un compromiso grande, se puede lograr que esa fuerza mental-emocional "cobre vida", y ciertas fuerzas vitales puedan alimentar al egregor. Entonces el egregor dejaría de ser meramente mental-emocional para convertirse en un campo de vida, del cual los participantes podrán alimentarse-vitalizarse, a la vez que lo alimentan y le entregan su vitalidad.

3.- UTILIDAD DEL EGREGOR PARA LA ELEVACIÓN DE LA CONCIENCIA. El egregor va a alimentarse de pensamientos, sentimientos, deseos e intenciones de sus miembros, por lo que su bondad o maldad dependerá del estado de conciencia de los participantes. Es por ello que un egregor puede ser una herramienta muy útil en el proceso de elevación de la conciencia o puede ser un vampiro que se alimente de sus participantes, de ahí el Golem que se alimentaba de los miedos de los habitantes del gueto de Praga.

4.- INTENSIDAD DEL EGREGOR. La intensidad del egregor dependerá de la capacidad del grupo de "aislarlo", por ejemplo, en un templo consagrado a ese egregor, donde las personas que participan estén consagradas al culto y mantenimiento de la pureza del egregor, e incluso se identifican con él.

5.- EGREGOR AL SERVICIO DEL MUNDO. Un egregor puede utilizarse de forma centrífuga o centrípeta, pues se trata de un conjunto de fuerzas que se pueden proyectar para retroalimentar al egregor y a los participantes en sus rituales, o para irradiar la fuerza del egregor hacia el exterior en un acto de servicio a otros seres vivos. En este sentido la Sociedad Teosófica fue pionera en el trabajo con un egregor de forma centrífuga, hacia el exterior, con el trabajo de la Orden Teosófica de Servicio, fundada en el año 1908 por la Dra. Besant, y sobre todo, con sus rituales de sanación, proyectando pensamientos y sentimientos curativos hacia las personas enfermas. Estos rituales son, sin duda, uno de los trabajos más elevados que ha conocido Occidente en esta época, pues conectan con la compasión del Buda y los bodhisattvas, así como, con el mito del Santo Grial, que según la leyenda otorgaba la salud y larga vida. Los participantes en estos rituales debían mantener una dieta vegetariana por razones de pureza y por el servicio a los animales, como nuestros hermanos menores en la evolución de la conciencia.  

jueves, 30 de octubre de 2014

ONDAS ALFA Y TRANCE YOGUICO, por Juan Almirall


ONDAS CEREBRALES: En estado normal, nuestras neuronas funcionan a razón de 21 pulsaciones por segundo, generando lo que se conoce como ondas beta. Nuestra actividad mental es agitada y requiere un esfuerzo importante de procesamiento de información procedente de nuestras percepciones. Este es en general nuestro estado consciente o de vigilia, de vigilancia.
Cuando dormimos nuestras neuronas reducen el ritmo de pulsación entre 14-7 pulsaciones por segundo, generando lo que se conoce como ondas alfa. Es un sueño reparador donde nuestro cerebro descansa, nuestra mente se identifica con el cuerpo e interpreta los fenómenos corporales a través de imágenes. Así se producen los sueños. En el sueño nuestra mente conecta con nuestro cuerpo y utiliza imágenes oníricas para interpretar los fenómenos corporales. La actividad mental del sueño requiere un menor número de pulsaciones de nuestro cerebro, un nivel más bajo, y al conectar con el cuerpo, la mente se relaja y el cuerpo elimina tensiones musculares, que normalmente se experimentan en estado de alerta y vigilancia.
La tercera frecuencia es la de las ondas theta, correspondientes al sueño profundo, estas ondas son de 7 a 4 pulsaciones por segundo, por debajo de estas pulsaciones nos encontraríamos con el estado de coma.

EL YOGA Y LA EXPLORACIÓN DE LA MENTE: El yoga estudia la mente desde dentro, explora los fenómenos mentales de forma subjetiva. Desde el exterior podemos medir las ondas cerebrales, las pulsaciones de las células del cerebro. Pero, ¿qué se produce en nuestra mente? ¿cómo experimentamos los estados de la mente cuando ésta se sumerge en frecuencias de onda más baja? El yoga, en general, son métodos que permiten entrar en estados de frecuencia de onda más baja a la mente en estado beta de vigilia. Al despertar la conciencia corporal cuando la mente percibe el cuerpo o partes del cuerpo, se va reduciendo la frecuencia de pulsación de las ondas cerebrales. Los estados inducidos de trance o hipnosis suelen utilizar métodos yóguicos y de meditación. Por ejemplo, focalizando la atención en la respiración la mente desconecta de los sentidos y entra en estado alfa, a medida que se repite diariamente este ejercicio la mente entra con más facilidad y rapidez en estado alfa. Esto siempre es así, la primera vez que intentamos desconectar nos cuesta mucho, pero si establecemos un ritmo diario, todos los días a la misma hora, la mente entra con facilidad en estados de calma y se sumerge en las ondas alfa rápidamente. Los yoguis llamaban a esta práctica regular sadhana o disciplina, que facilita la meditación y la relajación; un sadhu es un yogui que practica una sadhana. Otra práctica yóguica muy frecuente es la de focalizar la atención en distintas partes del cuerpo, por ejemplo, comenzando por los pies, las piernas, los órganos del tronco, los hombros, los brazos, las manos, el cuello, la cabeza y los músculos de la cara... así poco a poco el cuerpo se va relajando y la mente va entrando en estado alfa. A esto se lo conoce como yoga-nidra, el yoga de los sueños. La repetición de mantras como una letanía también tiene la capacidad de inducir a la mente a un estado similar.

El yogui entra en estado alfa sin estar dormido y así puede explorar el comportamiento de la mente en estado de trance. Las sadhanas tántricas del budismo tibetano, por ejemplo, son complejas imaginaciones guiadas, que permiten explorar los estados de la mente en estado de trance alfa. El estado alfa también nos reconecta con nuestro subconsciente, con el mundo onírico. Así, la sadhana de un yogui es similar a un sueño, pues suceden cosas extraordinarias que tienen una traducción corporal. Por ejemplo, imaginar que una deidad tántrica iracunda nos corta el cuerpo en trocitos hasta que no queda nada y los disuelves en una calavera, es una imaginación que nos permite sumergirnos en estados mentales mucho más profundos, donde la mente va perdiendo los puntos de focalización y queda suspendida en una sensación de vacío, esto permite entrar en estado theta, con un frecuencia de onda todavía más baja.

La práctica del hatha-yoga clásico, comenzaba con determinadas posturas que estiraban y abrían las ramificaciones nerviosas del cuerpo, con posturas invertidas que llevaban la sangre a la cabeza, continuaban focalizando la mente en la respiración, y luego utilizaban técnicas de interiorización y percepción interior, induciendo a la mente a entrar en estados de trance cada vez más profundos. Ello terminaba, en distintos estados de samâdhi, en que de forma consciente se conectaba con las capas más profundas de la mente, esto es, en estados de frecuencia de onda muy bajos.

¿Cuál era el objetivo? Sin duda, el objetivo de explorar la mente en frecuencias de onda baja era prepararse para la muerte, lo que todos los yoguis, tanto hindúes como budistas, buscan es la continuidad de la conciencia cuando la mente se separa del cuerpo, esto es, la inmortalidad. Los yoguis piensan que solo conectando con la mente más sutil, la que vibra a frecuencias más bajas, es posible mantener la conciencia cuando la mente se separa definitivamente del cuerpo.

lunes, 20 de octubre de 2014

EL CUERPO TÁNTRICO (PARA ESTUDIANTES DE KRIYA-YOGA Y KUNDALINI-YOGA)

El alfabeto sánscrito es uno de los más ricos con mayor variedad de sonidos. Cada uno de estos sonidos constituye una vibración surgida a partir de un punto de articulación. La fonética siempre ha sido un tema prioritario en la cultura india. En la filosofía y práctica del Tantra cada uno de estos sonidos constituye la vibración de un canal por donde circulan los vientos internos (prana-vayu). La meditación en los canales se combina con la recitación de los bija-mantra de dichos canales. La anatomía sutil básica del cuerpo etérico o el cuerpo pránico consiste en seis chakras de los que parten 50 canales principales, que el practicante de tantra intentará purificar.
Veamos primero los sonidos del alfabeto sánscrito:

VOCALES: a aa i ii u uu r rr l ll e ai o au m. h:

CONSONANTES:
1.- GUTURALES: k kh g gh n·
2.- PALATALES: ch chh j jh ñ
3.- CEREBRALES (con la lengua pegada en el paladar): t. th. d. dh. n.
4.- DENTALES: t th d dh n
5.- LABIALES: p ph b bh m
                               6.- SEMIVOCALES: y r l v
                               7.- SILBANTES: sh sh. s
                               8.- ASPIRADA: h

El chakra raíz tiene como bija-mantra: LAM (amarillo), elemento tierra y cuatro canales: vam, sham, sh.am, sam.
El chakra de la zona genital tiene como bija-mantra: VAM (azul), elemento agua y seis canales: bam, bham, mam, yam, ram, lam.
El chakra del ombligo su mantra es RAM (rojo) elemento fuego y sus diez canales: d.am, dh.am, n.am, tam, tham, dam, dham, nam, pam, pham.
El chakra del corazón: YAM (verde) elemento aire y doce canales: kam, kham, gam, gham, n·am, cham, chham, jam, jham, ñam, t.am, th.am.
El chakra de la garganta: HAM (violaceo-humo) elemento espacio y 16 canales: am, aam, im, iim, um, uum, rm, rrm, lm, llm, em, aim, om, aum, am., ah:.
Por último, el chakra de la frente: AUM (blanco luminoso) elemento mente y 2 canales Ida y Pingala: ham, ksham.

Cada canal parte de un chakra y termina en un punto del cuerpo: vam - hombro izquierdo, sham - hombro derecho, sh.am - pecho izquierdo, sam - pecho derecho / bam - ombligo, bham - genitales, mam - ano, yam - esternón, ram - punto donde se encuentran las clavículas, lam - nuez / d.am - empeine izquierdo, dh.am - dedos del pie izquierdo, n.am - pulgar del pie izquierdo, tam - rodilla izquierda, tham - muslo izquierdo, dam - empeine derecho, dham - dedos pie derecho, nam - pulgar pie derecho, pam - rodilla derecha, pham - muslo derecho / kam - brazo izquierdo, kham - codo izquierdo, gam - mano izquierda, gham - dedos mano izquierda, n·am - pulgar mano izquierda, cham - brazo derecho, chham - codo derecho, jam - mano derecha, jham - dedos mano derecha, ñam - pulgar mano derecha, t.am - ingle izquierda, th.am - ingle derecha / am - dientes, aam - lengua, im - ojo izquierdo, iim - ojo derecho, um - oreja izquierda, uum - oreja derecha, rm - pómulo izquierdo, rrm - pómulo derecho, lm - mejilla izquierda, llm - mejilla derecha, em -nariz, aim - barbilla, om - labio superior, aum - labio inferior, am. - frente, ah: - coronilla.

Así se puede meditar en los canales utilizando el correspondiente bija-mantra, como un ejercicio de Kriya y Kundalini Yoga.

viernes, 17 de octubre de 2014

HATHA-YOGA, KUNDALINI-YOGA, KRIYA-YOGA

El Hatha-yoga original es un yoga tántrico. Consistía en una serie de prácticas que realizaba el yogui que se retiraba durante una temporada larga a una pequeña ermita, para lograr ciertos poderes o siddhis, por eso también se llamaban siddhas o mahasiddhas. Allí el hatha-yogui o siddha seguía el siguiente programa de purificación, ejercicio y meditación:

PRELIMINARES:
1.- Comenzaba con diversas limpiezas internas del cuerpo.
2.- Asanas, seguía haciendo una serie de posturas, reproduciendo formas de animales, principalmente.
3.- Luego hacía prácticas de respiración (pranayama).

KUNDALINI-YOGA O PRATYAHARA:
4.- Después de estas prácticas preparatorias, comenzaba sus ejercicios de sensibilización interna (pratyahara), consistentes en distintas kriyas, mudras, bhandas, recitación de mantras. 

RAJA-YOGA: Y por último, realizaba distintos tipos de meditación o Raja-yoga:
5.- Concentración (dharana).
6.- Mediación dhyana.
7.- Samadhi o contemplación.

Este era el programa que el hatha-yogui realizaba durante varios meses o incluso años de retiro. En la actualidad la cosa ha cambiado un poco. Hoy en día tenemos:

HATHA-YOGA donde principalmente se hacen las tres primeras prácticas: 1.- Limpiezas (no siempre); 2.- Asanas o posturas, que pueden ser estáticas o dinámicas. Y 3.- algo de pranayama. El Hatha-yoga durante muchos años permaneció en el olvido, su recuperación fue inicialmente por motivos deportivos y de la salud.

KUNDALINI-YOGA serían una serie de kriyas destinadas a despertar la sensibilidad interior y la sensación de la corriente espinal en el canal central, la famosa Kundalini. Se trata de una práctica de pratyahara (absorción de los sentidos y la mente hacia el interior), el yogui aprende a distinguir por medio de ejercicios de yoga sutil un nuevo mundo de sensaciones y percepciones internas. KRIYA-YOGA sería un Kundalini-yoga donde solo se emplean determinadas kriyas. Son muy pocas las iniciativas conocidas de recuperación de esta parte del Yoga. La principal fue la de Yogi Bhajan, un yogui sij, que presentó un gran número de ejercicios combinados con la respiración de fuego, que permitían tener sensaciones muy intensas. Swami Yogananda presentó unas pocas kriyas en su programa de Kriya-yoga. Y Swami Satyananda Saraswati escribió algunos libros inspirado por un misterioso Gurú, recuperando el Kundalini-yoga de los textos de Hatha-yoga clásico.

lunes, 29 de septiembre de 2014

LIBERACIÓN EN EL CAMINO DEL BODHISATTVA.


¡Oh, Budas y Bodhisattvas! Por favor, escuchad lo que os voy a decir: "Al igual que aquellos que en tiempos pasados recorrieron el sendero dichoso generaron la mente de la iluminación y realizaron todas las etapas del adiestramiento del Bodhisattva, del mismo modo, por el beneficio de todos los seres, voy a generar la mente de la iluminación y a realizar todas las etapas del camino del Bodhisattva". Repite esta súplica tres veces ante los Budas y Bodhisattvas, todos los días.


            Los diez estadios (bhûmis) o etapas del camino que tiene que realizar el bodhisattva son los siguientes:

1.      El primer estadio se concentra en la perfección de la generosidad.
2.      El segundo estadio se concentra en la perfección de la virtud moral.
3.      Sigue la perfección de la paciencia.
4.      El desarrollo de la diligencia y el esfuerzo.
5.      El dominio de los ocho dhyâna, las cuatro meditaciones con forma y las cuatro sin forma.
6.  En el sexto estadio alcanza la perfecta sabiduría (prajñâpâramitâ), el reconocimiento espontáneo de la vacuidad de todos los fenómenos sensibles y mentales, así como la naturaleza vacía y luminosa de la mente.
7.      En el séptimo estadio trasciende el renacimiento según el karma y se convierte en un gran ser desarrollando los poderes y medios hábiles para su misión.
8.      En el octavo estadio alcanza el nivel del que no hay retorno, y puede alcanzar cualquier lugar del universo a voluntad, domina la transferencia del “mérito”, por lo que los seres que le rezan reciben la gracia de su inspiración espiritual.
9.     Perfecciona sus poderes para poder guiar a otros seres de la manera más adecuada y precisa.

10.   En el décimo estadio el bodhisattva habita en el cielo Tusita, como hace ahora Maitreya, tiene un cuerpo resplandeciente y le ayudan otros seres celestiales y bodhisattvas menores.

      Estas diez etapas del camino del Bodhisattva son un verdadero Camino de Liberación. En el momento que se ha alcanzado el séptimo estadio o bhûmi, el aspirante a la liberación comienza a tomar decisiones de forma libre, confiando en sus propios poderes y teniendo muy claro que trabaja para el beneficio de todos los seres. Esta circunstancia nos permite hablar de un verdadero "liberado", pues toma bajo su responsabilidad la decisión de actuar en un sentido u otro, de forma totalmente libre, por eso ha de tener muy claro cuál es su verdadero objetivo espiritual, y las decisiones deben manar de forma espontánea de su mente iluminada. Uno tiene que tomar bajo su responsabilidad la liberación de los demás seres. Así es como realmente se comienza a dar pasos "reales" en el Camino de la Liberación. Sin esta responsabilidad y sin este ejercicio de la Libertad, no hay una verdadera Liberación.

sábado, 13 de septiembre de 2014

LOS CINCO DHYANI-BUDDHAS



Los cinco Budas de meditación o DHYANI-BUDDHAS representan cinco aspectos de la mente de iluminación de un Buda, así como los cinco movimientos de la mente y sus vientos internos. La corona de los budas tántricos representa estos cinco Budas, el logro de la iluminación por la conquista de estas cinco cualidades.

VAIROCHANA (EL QUE ILUMINA) es el gran Buda blanco, de la familia del Dharma. Su lugar es el CENTRO. Su elemento el ÉTER/ESPACIO. Representa la omniabarcante sabiduría del Dharmadatu (la vacuidad). Destruye la ignorancia y la ilusión. Rige el sentido de la vista, los canales del prana y el corazón. VIENTO QUE SUSTENTA LA VIDA (PRANA-VAYU), se mueve en torno al corazón y los pulmones. Su consorte es Tara blanca (Vajradhatvisvari), le acompaña el bodhisattva Samantabhadra y se revela durante el eón del Buda Krakuchanda. Hace el mudra Dharmachakra, de la enseñanza y el movimiento de la rueda del Dharma. Su familia es la del Tathagata, simbolizado por la Rueda del Dharma; su sílaba OM; su montura del dragón y su agregado la forma (RUPA).

AKSHOBHYA (EL INALTERABLE) es el gran Buda azul, de la familia del Vajra. Su lugar es el ESTE. Su elemento el AGUA. Representa la claridad de la sabiduría. Destruye la ira y el odio. Rige el sentido del oído, el sistema sanguíneo y los riñones. VIENTO DESCENDENTE EVACUADOR (APANA-VAYU), movimiento descendente, su zona de acción es la pelvis. Su consorte es Locana, le acompaña el bodhisattva Vajrapani y se revela durante el eón del Buda Kanakamuni. Hace el mudra Bhumisparsha, tocando al tierra con la mano como testimonio de la Iluminación. Su familia es la del Vajra, el rayo; su sílaba HUM; su montura un elefante y su agregado la conciencia (VIJÑANA).

RATNASAMBHAVA (EL NACIDO DE LA JOYA) es el gran Buda amarillo, de la familia de Ratna. Su lugar es el SUR. Su elemento la TIERRA. Representa la sabiduría de la igualdad. Destruye el orgullo y la miseria. Rige el sentido del olfato, la carne y el bazo. VIENTO QUE LO IMPREGNA TODO (VYANA-VAYU), se mueve de dentro hacia fuera y de fuera hacia dentro penetrando todo el cuerpo. Su consorte es Mamaki, le acompaña el bodhisattva Ratnapani y se revela durante el eón del Buda Kashyapa. Hace el mudra Varada (dar, conceder). Su familia es la de Ratna (Joya); su sílaba TRAM; su montura el caballo o el león y su agregado la sensación (VENDANA).

AMITABHA (LUZ INFINITA) es el gran Buda rojo, de la familia del Loto. Su lugar es el OESTE. Su elemento el FUEGO. Representa la sabiduría del discernimiento. Destruye el deseo y la codicia. Rige el sentido del tacto, el calor corporal y el hígado. VIENTO QUE PERMANECE POR IGUAL (SAMANA-VAYU), elemento fuego, movimiento que permite la digestión generando calor, se encuentra en el ombligo. Su consorte es Pandara, le acompaña el bodhisattva Avalokiteshvara y se revela durante el eón del Buda Sakyamuni. Hace el mudra Dhyana (meditación estabilizada). Su familia es la del Loto (Padma); su sílaba HRIH; su montura el pavo real y su agregado la percepción (SANJÑA).

AMOGASIDDHI (CONQUISTADOR DE PODERES) es el gran Buda verde, de la familia del Karma. Su lugar es el NORTE. Su elemento el AIRE. Representa la sabiduría de todos los logros. Destruye la envidia y el miedo. Rige el sentido del tacto, los vientos internos y los pulmones. VIENTO ASCENDENTE MOVEDOR (UDANA-VAYU), movimiento ascendente que se localiza en la garganta y la cabeza. Su consorte es Tara verde, le acompaña el bodhisattva Vishvapani y se revelará durante el eón del Buda Maitreya. Hace el mudra Abhaya (de la protección). Su familia es la del Karma (doble Vajra); su sílaba AH; su montura Garuda (águila) y su agregado los impulsos (SAMSKARA).

lunes, 25 de agosto de 2014

EL CICLO DE LA CONCIENCIA, por Juan Almirall

La mente se desplaza gracias a los vientos internos (también llamados éteres). Cuando dirigimos nuestra atención al dedo pulgar de la mano derecha la mente se desplaza hasta ese punto gracias a estos vientos y entonces podemos sentir lo que está sucediendo en el dedo pulgar. Si no hay este movimiento de desplazamiento la mente sigue con sus actividades cotidianas, que son, básicamente, procesar la información que le llega de los sentidos y algunos ratos de reflexión sobre lo visto, oído, etc. Así pasa todo el tiempo en el que estamos despiertos, vigilantes o conscientes. Pero, ¿qué pasa cuando nos dormimos? Según los sabios budistas cuando nos dormimos se produce una "transición" de la consciencia, producida por la disolución de los diferentes estratos de la mente y sus vientos hasta alcanzar un estado no-dual que denominan la LUZ CLARA de la mente.

DISOLUCIÓN DE LOS ESTRATOS SUPERFICIALES DE LA MENTE: Cuando nos vamos a dormir nos relajamos y nuestra mente comienza a pensar de forma imaginativa introduciéndonos en el mundo de los sueños. Allí se destapa el mundo subconsciente, nuestros primeros sueños se relacionan con las imágenes del día pasado, durante el sueño nuestros ojos están todavía muy activos. Pero en un momento dado las imágenes del sueño se difuminan como en un espejismo y los ojos quedan fijos. Ello es producido porque el viento de la mente más densa, el estrato de la mente relacionado con el elemento tierra se disuelve, entonces comienza el proceso de disolución de los distintos estratos mentales más densos o superficiales. El siguiente movimiento de disolución produce una apariencia semejante al humo, es la disolución de la mente del elemento agua. Sigue la disolución de la mente del elemento fuego que produce como la visión mental de chispas. Por último, la visión mental se estiliza como la llama de una vela, mientras se disuelve el elemento aire. Este proceso que dura unos instantes supone la disolución de los cuatro estratos de la mente más superficial y sus vientos o éteres, relacionados con los cuatro elementos: tierra, agua, fuego y aire.

DISOLUCIÓN DE LOS ESTRATOS DE LA MENTE CONCEPTUAL: A continuación, la mente sigue disolviéndose en tres niveles más, correspondientes a los estratos de la mente conceptual, también llamados "mentes sutiles". En el primer nivel de disolución la mente aparece como un cielo blanco y vacío, como la luz blanca de una noche de luna llena. La mente de apariencia blanca es la que permite las actividades más cotidianas de la mente consciente. Sigue la disolución de la mente racional más sutil, su apariencia es la de un color rojo en aumento, como una puesta de sol al atardecer. El último estado de disolución, que permite el salto a la Luz Clara, es la mente más sutil que produce ciertos estados mentales de colapso y que tiene una apariencia de densa oscuridad. Esta última etapa produce un cierto chock en la conciencia y es el último estadio, previo a la Luz Clara que se experimenta como una luz compacta y muy brillante, como la luz del amanecer.

EL CICLO DE LA CONCIENCIA: Así se accede al estado de la mente no-dual, la Luz Clara de la vacuidad de la mente, que es una mente muy sutil e inmortal, siempre existente y siempre presente. La consciencia se desplaza hasta este nivel profundo, experimentando un estado de placer y plenitud. Sin embargo, no somos capaces de recordar estos movimientos de desplazamiento de la mente, pese a que los experimentamos todos los días. Cada noche, cuando nos dormimos entramos en el mundo de los sueños a lo que siguen las siete etapas de disolución descritas, hasta que alcanzamos, en el sueño profundo, el estado de la Luz Clara. Después sigue el mismo proceso de forma inversa, de los estratos más sutiles de la mente van surgiendo los estratos más densos. El ciclo de la conciencia sería así:

1. Sueños. 2. Disolución del estrato de la mente del elemento tierra. 3. Disolución del estrato del elemento agua. 4. Disolución del elemento fuego. 5. Disolución del elemento aire. 6. Disolución de la mente de apariencia blanca. 7. Disolución de la mente de rojo en aumento. 8. Disolución de la mente oscura. 9. Surgimiento del estado no-dual de la Luz Clara. 10. Surgimiento de la mente oscura. 11. Surgimiento de la mente de rojo en aumento. 12. Surgimiento de la mente de apariencia blanca. 13. Surgimiento del estrato de aire. 14. Surgimiento del estrato de fuego. 15. Surgimiento del estrato de agua. 16. Surgimiento del estrato de tierra. 17. Sueños. 18. Vigilia.

El mismo ciclo tiene lugar cuando morimos. Y esto es lo que observa el yogui en la última etapa del Yoga Supremo para permanecer en la Mente Inmortal de la Luz Clara, que es la mente de la liberación del ciclo de la consciencia.

sábado, 23 de agosto de 2014

LA ESPADA DE MANJUSHRI

Había oído que Manjushri era el Bodhisattva de la Sabiduría, el conocimiento no-dual de la vacuidad. Sin embargo, a Manjushri se le representa con una espada flamígera y los textos budistas (sutras y tantras), símbolos ambos de la Palabra. Esta representación es un poco paradójica, ya que el silencio debería ser la expresión más clara de la no-dualidad y la vacuidad y no la palabra. Pero Manjurshi es el Bodhisattva campeón de la Palabra, precisamente, porque conoce la vacuidad de las cosas y sobre todo de las palabras. La vacuidad es difícil de comprender, porque ni siquiera es un verdadero concepto, sino que se trata de un "argumento" con el que los sabios budistas lograban poner fin al debate.

FILOSOFÍA ESCOLÁSTICA: En la India, la comunidad de monjes mendicantes budistas, tras la muerte de Buda, se fueron asentado en monasterios. Y como el cristianismo, los emperadores indios protegieron al budismo, a los monjes y sus monasterios. Los monasterios budistas se convirtieron en grandes centros dedicados a la filosofía escolástica y sobre todo al debate filosófico o "dialéctica". En los monasterios se organizaban grandes debates filosóficos sobre aspectos de la enseñanza de Buda. En muchos lugares de la India, algunos debates públicos fueron promovidos por reyes o grandes señores que querían ver a los filósofos "gladiadores" de la Palabra.

NÂGÂRJUNA, EL REY DE LOS FILÓSOFOS ESCOLÁSTICOS: En el siglo III de nuestra era, apareció un gran filósofo: Nâgârjuna. De su vida se sabe poco, parece que nació en el sur de la India y que se convirtió al budismo. Fue el vencedor de muchos debates filosóficos, llevando a sus enemigos a un punto sin retorno: la vacuidad. Nâgârjuna utilizó la idea de la vacuidad para vencer a sus adversarios dialécticos. Esta idea tenía sentido en el ámbito de la dialéctica, del debate filosófico, pues no era realmente una doctrina, ni un concepto, sino una "relación". La vacuidad surge del debate, cuando se comprende que todo está relacionado, que todo lo que conocemos surge de causas y condiciones, y por tanto, nada tiene una naturaleza propia (svabhâva).

LA VACUIDAD:  La vacuidad de Nâgârjuna es una negación, nunca se afirma que las cosas están vacías, sino simplemente se niega que las cosas tengan naturaleza propia y de ahí surge su vacuidad. Por ello, Nâgârjuna era invencible en los debates, porque nunca afirmaba nada, nadie podía encontrarle en una contradicción, simplemente porque no afirmaba nada. Su actitud era muy similar a la de los escépticos griegos, eso sí, siendo budista y creyendo en las enseñanzas de Buda. Los escépticos simplemente negaban que pudiésemos conocer las cosas, pues de toda afirmación, de todo discurso se puede afirmar lo contrario. Esa es la gran trampa del lenguaje, todo se puede argumentar. Nâgârjuna, al igual que Sócrates, llevaba a sus oponentes a una contradicción, siguiendo sus propios razonamientos les hacía caer en contradicciones o reducía sus puntos de vista al absurdo (prasanga, nombre que tomó la escuela de Nâgârjuna unos siglos más tarde). Estos filósofos que nunca afirmaban y que siempre negaban fueron denominados vitandines, maestros de lógica en el debate, que muchas veces fueron rechazados de los debates públicos.

EL NO-DUALISMO ES SOLO NEGACIÓN: Como Nâgârjuna, los filósofos del vedanta advaita, que aparecieron siglos más tarde, eran vitandines, es decir, expertos en la negación durante el debate, en el que tampoco afirmaban nada. Las obras de los vitandines se escribieron como los diálogos de Platón, mostrando los debates donde se imponían negando la naturaleza propia (svabhâva, los budistas) o la realidad del mundo, llenado su discursos de metáforas, como el "mundo encantado" (mâyâ), la vacuidad de las cosas o la única existencia subjetiva (satcitânanda). El no-dualismo siempre es fruto de una actitud escéptica en el debate, pues es fruto de la negación. El filósofo no-dualista no afirma nada, simplemente, niega. Niega la realidad del mundo, la naturaleza propia o independiente de las cosas, la realidad del yo, de la mente, del cuerpo, etc. El no-dualismo es siempre el resultado de los juegos del lenguaje, de metáforas y de métodos dialécticos para poner fin al debate. Por eso Manjushri lleva una espada flamígera en la mano, porque es el vencedor de todos los debates, cuando él termina su oponente no tiene palabras o se encuentra con las contradicciones y laberintos del lenguaje. 

LA ILUMINACIÓN, EL MAESTRO Y LA PALABRA

Una vez alcanzado un alto grado de SENSIBILIDAD INTERIOR es posible buscar en lo profundo de nuestro ser al alma. El alma es una realidad onírica, es nuestro otro yo, la rectora de nuestro mundo subconsciente. Un mundo, por otra parte, tremendamente interconectado con el mundo consciente, sobre el cual proyectamos la búsqueda de nuestra alma. Si el nombre de "ILUMINACIÓN" le viene bien a esta etapa del viaje es, precisamente, porque ilumina un mundo hasta ahora en oscura y nocturna tiniebla:

"Si el iniciado es capaz de seguir avanzando, descubrirá a su Maestro, su propia Alma. Esta es una experiencia onírica que une dos mundos: el mundo de los sentidos y el mundo de los sueños. El Maestro se le aparecerá tanto en sueños como en la vigilia, en la forma de proyección de un arquetipo de transformación... El subconsciente es aquel lugar oscuro, donde ocultamos nuestras represiones, frustraciones, recuerdos, tristezas, es un pozo negro, al que se debe descender y traer luz para poder liberar al Alma que se encuentra allí cautiva... Esta segunda etapa del viaje tiene lugar en el vientre y la pelvis (el lugar de los sueños), por lo que tiene una fuerte carga sexual. Todas nuestras proyecciones de tipo erótico están relacionadas con el Alma, ella es nuestra Diosa y nuestro Demonio a la vez. Es lógico pensar que en el hombre sea femenina y en la mujer masculina, pues es esa parte que nos falta, con la que soñamos y proyectamos en el mundo exterior." 

Al alma también se le podría llamar "libido" ya que es la fuente de todos nuestros deseos y sentimientos. Su naturaleza es completamente astral, pues las estrellas y planetas le dan forma y por ello es solo temporal, como nuestra personalidad. Es nuestro ideal sexual. La parte que nos falta y que hasta el último segundo de nuestra vida hemos estado buscando. Ella da sentido a nuestra vida. En el hombre es una dama en la mujer un caballero, que unas veces aparece como madre-padre, otras como amante, otras como anciana/o sabia/o, como diosa o como dios, como demonio, como maestro/a, como el tentador... tiene un sinfín de manifestaciones, tantas como podamos anhelar. 

Cuando la pelvis permanece demasiado cerrada es difícil percibir la energía del alma. Al principio, la sensación es similar a la energía del chakra del corazón, pero ahora se percibe en toda la zona de la pelvis, lo que produce una agradable sensación, cargada de erotismo. Es probable que aparezca una imagen que de soporte a este maestro/a interior. Durante algún tiempo nuestra meditación nos conducirá hacia el maestro, en el que proyectamos nuestra libido. Es un maestro sabio y a la vez tramposo. Puede aparecer tanto en la vigilia como en el sueño. Pero no podemos olvidar que solo es un instrumento, un compañero, una proyección de nuestra mente. Y que solo está ahí para guiarnos, luego él debe retirarse para dar paso a la Forma del Espíritu, que nacerá gracias a su ayuda. Para ello, es preciso que el maestro nos revele las palabras mágicas, los sonidos que animan a una forma completamente nueva, la Forma del Espíritu Inmortal. 

LA FORMA DEL ESPÍRITU: El Espíritu es fruto de la sabiduría del alma, surge del aliento de la Palabra. El Espíritu tiene siete sonidos centrales, siete mantras correspondientes a siete puntos localizados en la columna vertebral. Pero además, del chakra del corazón parten otros veinticuatro canales que terminan en veinticuatro puntos repartidos por todo el cuerpo, y cada uno con su correspondiente mantra. Finalmente, el maestro nos revela el mantra u oración que permitirá activar, hacer vibrar y dar vida a esta nueva Forma del Espíritu Inmortal surgida de la Palabra, del Vajra, del Mantra. Este es el objetivo de todos los Tantras.